Impulso al papel de la mujer en la solución de conflictos bélicos

 

Según un estudio de la ONU, la participación de las mujeres en las mesas de negociación para la paz incrementa la probabilidad en un 20% de que un acuerdo de paz dure como mínimo dos años

Radhika Coomaraswamy junto a Phumzile Mlambo-Ngcuka
Radhika Coomaraswamy junto a Phumzile Mlambo-Ngcuka

La paz suele ser duradera cuando las mujeres están vinculadas en las negociaciones para obtenerla. Así lo afirma un nuevo estudio mundial sobre la mujer, la paz y la seguridad que fue presentado ayer en la sede de la ONU en una conferencia de prensa que contó con la participación de la Directora Ejecutiva de ONU –Mujeres,Phumzile Mlambo-Ngcuka, y la autora del estudio, Radhika Coomaraswamy.

El informe se ha elaborado a propósito del 15 aniversario de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad que aboga por la adopción de una perspectiva de género, que incluya las necesidades especiales de las mujeres y las niñas, durante todo el proceso que sigue a un conflicto. De hecho, hoy martes, el Consejo de Seguridad celebrará una sesión para celebrar el 15 aniversario de esta resolución, que será dirigida por Mariano Rajoy, Presidente del Gobierno de España, país que ocupa la presidencia mensual del órgano.

Hay que destacar que este examen histórico se produce en un momento muy oportuno en el que el mundo se enfrenta a un clima de extremismo cada vez más violento que hace de la subordinación de las mujeres el aspecto central de la ideología y las tácticas de guerra, y en el que la violencia y los conflictos suponen un costo para el planeta de más de 14 billones de USD. En contraste, nuevos y sorprendentes datos de investigación reflejan que la paz es duradera cuando las mujeres pueden participar de manera significativa en las conversaciones de paz, y los Estados son más resilientes frente al conflicto y el extremismo cuando se otorga prioridad a la igualdad de género.

“Desde su adopción en el año 2000, la ONU ha reconocido que el liderazgo de las mujeres y la igualdad de género son fundamentales para la paz y la seguridad internacional. Ya esto es una norma internacionalmente aceptaba, que se ha reiterado tantas veces como ha sido ignorada en la práctica”, dijo la responsable de ONU Mujeres.

“Las pruebas nos demuestran de manera inequívoca que las mujeres deben participar plenamente en las mesas de conversaciones para la paz, como negociadoras y responsables de tomar decisiones en un proceso mucho más inclusivo. Las mujeres deben tener la posibilidad de controlar dónde se necesitan los recursos, por ejemplo, para superar el trauma y las secuelas de la guerra, o dirigir asuntos prácticos para la recuperación como la restitución de propiedades y terrenos”, afirmó Phumzile Mlambo-Ngcuka, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres. “ONU Mujeres insta a acelerar las medidas para lograr el liderazgo de las mujeres en la paz y la seguridad mediante una orientación política más decidida, un aumento notable en el apoyo económico y gastos bien destinados. Este aniversario debe servir como hito a partir del cual pasamos de las palabras a la acción”.

Asimismo, destacó que: “No debemos perder la oportunidad de conseguir un cambio radical. Debemos dejar de tratar los temas de las mujeres como si fuesen temas secundarios o periféricos de la actividad de las Naciones Unidas para hacer de las mujeres y las niñas la respuesta que nos faltaba para crear un mundo de paz y justicia. Un día en el que se excluye a las mujeres es un día perdido para alcanzar la paz”. Añadió que es claro que aún quedan muchos escépticos a los que hay que convencer, al igual que son muchos los argumentos y cifras que hay que mostrar a los que aún se resisten a la participación femenina en la paz.

Mlambo Ngduka afirmó que el nuevo informe ofrece la información más actualizada y abarcadora de toda la evidencia que demuestra que el empoderamiento de la mujer contribuye al éxito de las conversaciones de paz, y que aceleran la recuperación económica tras los conflictos.

El nuevo Estudio mundial fue dirigido por la destacada autora independiente Radhika Coomaraswamy, anterior Representante Especial para la cuestión de la infancia y los conflictos armados y Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, que trabajó con el apoyo de un grupo consultivo de alto nivel de eminentes expertas y expertos, bajo la gestión de una Secretaría de ONU Mujeres.

Durante la presentación, Coomaraswamy, ofreció detalles del estudio y dijo que este se enfoca en la prevención, la naturaleza de los sistemas de alerta temprana, las presencias armadas o no armadas, y la necesidad de diálogo. Añadió que el documento ofrece al Consejo de Seguridad recomendaciones detalladas, entre ellas, la necesidad del establecimiento de un grupo de expertos que lo ayude a tratar los temas desde una perspectiva de género.

Durante los últimos 15 años, desde que se aprobó la resolución 1325, el porcentaje de mujeres que participa en las conversaciones de paz se ha estancado en cifras de un solo dígito, y los diálogos y las decisiones nacionales de los países afectados por conflictos siguen estando liderados por un reducido grupo de hombres. Las consecuencias directas repercuten en las vidas de las mujeres: más de la mitad de las muertes maternas del mundo tiene lugar en Estados frágiles y afectados por un conflicto; aproximadamente la mitad de las niñas y los niños no escolarizados de la etapa primaria vive en zonas afectadas por un conflicto; y la tasa neta de matriculación de las niñas en la educación primaria está 17 puntos por debajo de la tasa mundial. En los entornos afectados por un conflicto, aumenta el riesgo de sufrir violencia sexual, matrimonio infantil o contraer el VIH.

Por contra, las conclusiones del Estudio mundial subrayan que la participación de las mujeres en las mesas de negociación para la paz incrementa la probabilidad en un 20 por ciento de que un acuerdo de paz dure como mínimo dos años, y en un 35 por ciento que dure más de 15 años. Es más, los datos que arroja el estudio también demuestran que los Estados con niveles más altos de igualdad de género suelen recurrir menos al uso de la fuerza en relación con otros Estados, lo que convierte la igualdad de género en una valiosa herramienta para la prevención de conflictos.

Durante el examen del Consejo de Seguridad que se celebrará hoy, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres también presentará las principales conclusiones del informe del Secretario General sobre mujeres, paz y seguridad. La activista congoleña Julienne Lusenge y la activista iraquí Yanar Mohammad, ambas líderes de destacadas organizaciones de mujeres en sus respectivos países, intervendrán en nombre de las organizaciones de la sociedad civil. Está previsto que los Estados Miembros de las Naciones Unidas propongan nuevos compromisos y planes factibles para acelerar la implementación de la resolución 1325, que incluyan desde nuevos fondos hasta reformas jurídicas, inversiones en el liderazgo de las mujeres como parte de la consolidación de la paz y la recuperación después de un conflicto, y una mayor protección de los derechos de las mujeres en entornos afectados por un conflicto. Se prevé que una de las medidas específicas que se anuncien sea la creación de un Instrumento para la aceleración mundial, un fondo especial para el desembolso rápido de ayuda económica a aquellas personas que trabajan en el ámbito de las mujeres, la paz y la seguridad, y que permita responder al surgimiento repentino de un conflicto armado y de emergencias humanitarias. A principios de 2016 está programada una conferencia de donantes para recaudar recursos a favor de este nuevo mecanismo.

 

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