
Helle Thorning-Schmidt busca hueco para liderar en Europa
Los líderes europeos recuperaron ayer la mala costumbre de posponer las importantes decisiones hasta el último momento. Ante su incapacidad para ponerse de acuerdo dos de los principales nombramientos para altos cargos europeos, decidieron posponer hasta el próximo 30 de agosto unas negociaciones en las que varias mujeres se han erigido en protagonistas.

Y eso a pesar de que son muy pocas las que optan a ocupar un puesto de relevancia en la futura UE. Sin embargo, el nuevo presidente de la Comisión Europea, el popular Jean-Claude Juncker, hizo suya hace unos días la petición de los socialdemócratas de incorporar a más mujeres a las altas esferas comunitarias tras constatar que todos los grandes países, salvo Italia, estaban proponiendo a varones para los puestos clave de Bruselas.
Aún así, fuentes diplomáticas aseguran que una de las principales bazas de Renzi para su candidata es precisamente apostar por una mujer teniendo en cuenta que muy pocas aspiran a puestos de confianza. De hecho, para ese puesto la segunda candidata en discordia es la comisaria europea de Ayuda Humanitaria y Cooperación, la búlgara Kristalina Georgieva que, además tiene a su favor que su país de procedencia, ya que la zona este de la UE estaría, por ahora, infrarepresentada en el reparto de cargos importantes.
En las discusiones también estaba el nombre de otra mujer, la danesa Helle Thorning-Schmidt que, durante las últimas semana, ha estado en cabeza de las quinielas para sustituir al belga Heman Van Rompuy al frente del Consejo Europeo. Uno de los principales puntos a favor de la actual primera ministra de Dinamarca es que tiene una relación muy fluida con el Reino Unido. Además, varios países ven también con buenos ojos el hecho de que este puesto lo ocupe una persona que procede de fuera de la Eurozona para volver a darle importancia a los miembros ajenos a la moneda única que han sentido como pasaban a un segundo plano durante la crisis de deuda
Thorning-Schmidt procede de la familia socialdemócrata lo que, de paso, también favorece que otro de los altos cargos, el de presidente del Eurogrupo, pueda ir a parar a los populares en compensación. Al nombre de la danesa se había unido un importante abanico de nombres en las últimas semanas, como el finlandés Jyrki Katainen, el irlandés Enda Kenny o el polaco Donald Tusk, que ayer mantuvo una larga charla con la Canciller alemana Angela Merkel. Los tres forman parte del Partido Popular Europeo, por lo que podrían ser una opción para presidir el Consejo ahora o dentro de dos años y medio, cuando tendrá lugar la rotación pactada por los países.