¿Ha reavivado la recesión los prejuicios contra las madres trabajadoras?
Las recesiones provocan reacciones distintas en las distintas empresas. A algunas les sirve de innovación y de motivo para mirar hacia adelante. Sin embargo otras empresas se ponen a la defensiva refugiándose en valores ya desfasados o en estrategias que quizá les fueron útiles en épocas pasadas.
Es triste ver que uno de los valores desfasados que las empresas han vuelto a sacar a la luz es el de no contratar a madres trabajadoras.
En una encuesta realizada por el proveedor mundial de oficinas Regus* se vio que la proporción de empresas con intención de contratar madres trabajadoras cayó en un 15% en 2010.
Un prejuicio desfasado
A finales de 2009, el 39% de las empresas españolas tenían previsto contratar a más madres trabajadoras. Sin embargo, 2 años más tarde, en el 2011, el porcentaje bajó a sólo el 23%. Dada la valiosa contribución que muchas mujeres aportan a su empresa, esta actitud me parece deprimente.
Pero aún son más deprimentes y frustrantes las desfasadas suposiciones en que las empresas basan su rechazo para contratar a madres. Prácticamente cuatro de cada diez empresarios encuestados por Regus (el 37%) opinaban que las madres trabajadoras estarían menos comprometidas que otros empleados. Una tercera parte (el 33%) temían que las madres trabajadoras dejaran la empresa para tener otro niño tras un corto periodo de tiempo.
Según mi propia experiencia con clientes y colegas de Regus, así como de otras empresas, yo no tengo tal desconfianza. Sí, es cierto que algunas mujeres podrán tener otro niño y volver a estar de baja por maternidad, pero otros trabajadores también dejan la empresa. Nunca va a haber ninguna garantía acerca de la futura disponibilidad del personal más apreciado, ya sea hombre o mujer.
En lo que se refiere al compromiso (o su falta de), viene más bien determinado por las actitudes individuales de las personas y por contar con los incentivos y recompensas adecuados que estén en funcionamiento, y no tanto por ser hombre o mujer o ser padre.
Una nueva actitud
Afortunadamente, el prejuicio que muestran algunos negocios está lejos de ser universal.
Mi experiencia con clientes y compañías de Regus muestran que un trabajo flexible y más comprensivo con la familia se está convirtiendo en la norma.
Las empresas permiten al personal trabajar con horarios que se ajusten a sus compromisos familiares y en ubicaciones cercanas al hogar. Afrontémoslo, a nadie le gusta tener que desplazarse al trabajo en hora punta durante varias horas para llegar a incómodas oficinas del centro de la ciudad.
Por tanto no sólo los padres y madres trabajadores se benefician de esto, sino todo el mundo
Los empleados se benefician también. Al permitir a todos los empleados, no sólo los padres, que trabajen con horario flexible o más cerca de casa, los trabajadores se convierten en más productivos, más leales y menos estresados.
Se pueden recortar los costes asociados con el ‘movimiento’ del personal y reducir también gastos. Las empresas españolas ya están comprendiendo esto: el 70% de las empresas encuestadas por Regus reconocen que las soluciones de trabajo flexible tienen un coste menor que trabajar en una ubicación fija.
Pasos siguientes
Conforme el mundo salga de la recesión, será fundamental que prevalezcan actitudes con visión de futuro y no desfasados prejuicios. Como las empresas siempre buscan su crecimiento, necesitan incorporar personal cualificado. Ignorar las habilidades y experiencia de un sector de la población sólo porque son madres, es una actitud, como poco, miope. Las madres trabajadoras son una parte valiosa del conjunto de empleados y no tiene ningún sentido no contar con ellas.
Dejemos por tanto muy atrás todos los prejuicios sobre contratar a mujeres trabajadoras, también hay que superar la idea preconcebida de que sólo las mujeres necesitan opciones de trabajo flexible y un marco comprensivo con las necesidades familiares. El horario de trabajo flexible ayuda sin duda a que los padres sean más productivos, pero lo más importante es que el trabajo flexible ayuda a todos a ser más productivos, ya sean madres, padres o no tengan nadie a su cargo.
Philippe Jiménez, Vicepresidente de ventas corporativas para EMEA en Regus