Francia tiene su santa, la «Doncella de Orléans»

Juana de Arco  [1412 –  1431] – Conocida también como la “Doncella de Orleáns”, ha marcado la historia de la Francia medieval y el imaginario colectivo sobre la Edad Media.

 

Mujeres en la Historia - De Arco JuanaA su muerte, Carlos VI dejó el reino de Francia en gran miseria. El país estaba dividido entre las reivindicaciones de su hijo sucesor, Carlos VII, y las del rey de Inglaterra al que le gustaría reinar sobre Francia. Sin embargo, rápidamente, se expulsaba a Carlos VII de Paris. Tenía que huir al sur del país que gobernaba desde su ciudad de Bourges, pero se revelaba incapaz de fomentar una acción militaría de gran envergadura para reconquistar sus tierras. 

 

En este contexto, nació Juana de Arco en 1412 en la ciudad de Domrémy y a los 13 años empezó a oír celestiales voces. Sobretodo las de Santa Catarina y del San Miguel que le pidieron liberar el reino de Francia y llevar a Carlos VII al trono.  Animada por su misión divina, fue a Chinon a los 16 años para visitar al sucesor. La leyenda del mito de la “Pucelle” cuenta que ella reconoció a Carlos aunque estuve solamente vestido de cortesano y profetizó cuatro eventos: la liberación de Paris,  de Orleans, del duque de Orleans y por fin la coronación del rey a Reims.  Carlos VII, después de unas investigaciones, decidió confiar en ella y Juana de Arco hizo lo impensable para una mujer, además plebeya, de la época: dirigir un ejército del rey !

 

Al llegar a Orleans, su fe, su confianza y su entusiasmo consiguieron galvanizar a las tropas. Los soldados, llenos de una energía nueva, expulsaron a los ingleses y volvieron a tomar el control de Orleans.  Siguiendo su epopeya, Juana de Arco convenció Carlos VII de ir a coronarse a Reims. Contra toda previsión, Regnault de Chartres aceptó coronarlo y hacerlo rey de Francia.

Sin embargo, mientras estaba intentado tomar a  Paris, Juana de Arco sufrió                             una derrota y el rey ya no le permitió dirigir su ejército. La Pucelle quería proseguir la batalla, aunque sea sola. Pero su aventura militar se acabó bajo las murallas de Compiegne donde se la vendió a los ingleses.     

Acusada de herejía y encuestada sin miramientos, Juana de Arco fue encarcelada en el torreón del castillo de Ruan. Su proceso tuvo lugar el 21 de febrero de 1431.  Ahora bien, supuestamente juzgada por la Iglesia y bajo influencias ingleses, fue una parodia. Así, el 30 de mayo de 1431, la joven doncella de no más de 19 años fue quemada viva en la Plaza del viejo mercado de Ruan. 

 

Al conquistar a Ruan, Carlos VII decidió revisar el juicio y rehabilitó a Juana de Arco que se hizo, después de la Edad Media, una Santa.

 Virginie GUILLAMON

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