Feminismo y autogestión inundan Madrid

 

LadyfestMadrid prepara un junio repleto de actividades culturales feministas, algo que desde LadyFest – un festival feminista, inclusivo, subversivo, horizontal y autogestionado- ya se ha etiquetado como una «invasión ultralady». El festival tendrá lugar durante los próximos días 20, 21, 22 y 23 de junio en diversos espacios descentralizados de la ciudad: Espacio Naranjo (Tetuán), Panamericana Disco (Nuevos Ministerios), Vestiario (Paseo de los Melancólicos), CSOA La Morada (Chamberí), Vaciador 34, http://vaciador34.blogspot.com.es/, Checoslovaquia 34 Gruta 77(Carabanchel).

LadyFest cree que hace falta una “expansión de la fiesta” a lo largo y ancho de la ciudad y una “descentralización del baile, la música y la poesía acorde a la descentralización del género”. Sus objetivos: conquistar los barrios madrileños a base de punk, teatro, pop electrónico, folk indietrónico, cuerpos divergentes, talleres perversos y otras realidades aún por nombrar.

La agenda de LadyFest es amplia, diversa y difícil de atrapar. Comienza este viernes con una “Picnic Session” en el CA2M, de Móstoles, donde se definirá el significado del festival de este año. Se abre de este modo un universo de conciertos, documentales, debates, expresiones culturales de todo signo en torno a temas tan cotidianos como profundos: el activismo, la sexualidad, la maternidad, la clase, la raza, el lenguaje, la historia y, por supuesto, el feminismo.

El festival reúne fiesta y reivindicación. Vale un ejemplo en la noche del 21 de junio, en la que se invita a emprender, armadas de zapatos rojos, un baile –trance- que recorrerá la periferia madrileña, hasta los subsuelos de Azca. El origen de esta propuesta lo encontramos en 1518, en Estrasburgo. Una mujer de origen humilde llamada Frau Troffea comenzó a bailar sin música ni motivo aparente más allá de la incontenible desesperación. Ella fue el comienzo de una plaga de baile que mantuvo a cientos de personas danzando en trance durante varios meses, en un verano que venía precedido de hambre, subida en los precios del grano, abuso por parte del clero y la clase dominante. Aquella extraña afección, considerada entonces “castigo de San Vito”, fue uno de los capítulos más insólitos de sugestión colectiva y de ritualización del baile como medio de curación o de expurgación. “Creemos que la España de hoy guarda inquietantes similitudes con el Estrasburgo del siglo XVI: similares abusos por parte del poder, similares conatos revolucionarios echados por tierra, similar malestar colectivo, desesperación y un creciente fervor y poder religioso”, afirman las organizadoras.

LadyFest acoge seminarios como ‘Euraca’, un espacio de investigación en lenguas y lenguajes del presente, que intenta “agitar varios avisperos”, siendo el de la poesía tal vez su objetivo principal. Después de darse el mes de abril para pensar en “los castrapos de Europa” y el de mayo para pensar qué cosa sea “pueblo”, el seminario se dará junio para plantearse seriamente qué es el “género” en términos de lenguaje, cómo codifica y cómo podría la poesía, por lo tanto, “subvertir el orden heteropatriarcal desde la base, no desde la moral ni mucho menos desde el tema”.

El feminismo impulsa tácita y manifiestamente el festival y sus distintas expresiones. Y ese feminismo será también cuestionado, reflexionado, tal vez inventado: cartografiado. Así se hará en un proyecto que trata de documentar y adentrarse en toda una serie de discursos y practicas políticas ligadas al feminismo, al movimiento lesbiano y a las luchas de liberación sexual y de género que habitan activamente los últimos diez años de movimientos sociales en el contexto del Estado español. “Con el deseo de recuperar y mantener un legado de discursos, activismos y experiencias políticas, se pretende realizar un análisis crítico del contexto de surgimiento de una serie de micro discursos y activismos postidentitarios y de su capacidad de transformación social, un mapa crítico de la emergencia del trans-feminismo”, argumentan las organizadoras.

También el taller ‘Guerrillas cotidianas escénicas y feminismo’, propone una reflexión práctica, con especial atención al cuerpo, que sirva como eje articulador entre la teoría del género, el pensamiento feminista y la creación escénica. A partir de un enfoque lúdico, se trata de conjugar la observación de lo cotidiano y la experiencia subjetiva con el análisis de las representaciones culturales relacionadas con el género, así como con los procesos de generación de identidad. Todo ello, con el objetivo de crear un espacio de reflexión crítica –individual y colectiva- que fomente la expresión y reivindicación artística y personal.

A continuación, reproducimos de manera esquemática el programa de este interesante y expresivo festival. El programa completo puede consultarse en http://ladyfestmadrid.wordpress.com/

Fuente: Amecopress

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