Fallece Irene Fernández, defensora de los derechos humanos en Malasia

La Fundación Right Livelihood Award anunció que falleció en Malasia la defensora de los derechos humanos Irene Fernández. Por dedicar su vida a promover los derechos de las mujeres, los migrantes y los trabajadores domésticos, en 2005 había recibido el Right Livelihood Award («Premio Nóbel Alternativo»).

El diario estadounidense The New York Times le rindió tributo en su edición de ayer.  

El martes 25 de marzo, Irene Fernandez fue hospitalizada por insuficiencia cardíaca en el hospital de Serdang (Selangor, Malasia) después de experimentar dificultades para respirar cuando se dirigía a escuchar las conclusiones del Tribunal Popular Bersih en las 13 ª elecciones generales. Murió el pasado lunes 31 de marzo, a los 67 años. Le sobreviven tres hijos naturales e hijos de crianza.

Irene Fernández nació en 1946 y comenzó su carrera como profesora de escuela secundaria, pero enseguida se dedicó a los derechos de trabajadores y consumidores. Fernández también fue activa defensora de los derechos de las mujeres y dirigió campañas para detener la violencia contra las mujeres. Asimismo, presidió la Red de Acción en Plaguicidas y, en 1991, fundó la organización Tenaganita que defiende los derechos de los trabajadores migrantes. Su crítica hacia el abuso de esto trabajadores condujo a que en 1996 el gobierno de Malasia la detuviera y acusara por «publicación maliciosa de noticias falsas». Después de un juicio que duró 13 años, Fernández fue absuelta de todos los cargos. En los últimos años, había asumido otras causas como la celebración de elecciones libres y justas.

La organización sueca Right Livelihood Award la honró en 2005 «por su destacada y valiente labor para detener la violencia contra las mujeres y abusos de los migrantes y de los trabajadores pobres».

El malasio Anwar Fazal, también galardonado con el «Premio Nóbel Alternativo» y miembro del jurado de la Fundación Right Livelihood Award, expresó: «Nuestra querida hermana Irene Fernández fue un ícono mundial en la lucha internacional por los derechos de los trabajadores migrantes. Ella era valiente y firme y enfrentaba al poder con la verdad como pocos lo han hecho. Ella soportó el juicio más largo en la historia de Malasia por la publicación de un informe sobre las condiciones de los trabajadores migrantes en el país. Esto no la detuvo, siguió siendo un espíritu fuerte e inspirador y un modelo de valentía para todos los que trabajamos por la justicia social».

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