
El extraordinario potencial emprendedor de las mujeres
El Talento ha dado un vuelco en los últimos ocho años dada la gran dificultad económica que hemos vivido en España. No sólo se ha transformado nuestro mundo, sino que se ha producido un fenómeno que ha empezado dando pasos tímidamente y que ahora es un hecho: la irrupción en escena de la mujer emprendedora.
Mujeres emprendedoras han existido siempre y en todas las etapas de la historia, cada una ha contribuido enormemente al avance. Sin embargo, la transformación digital de estos últimos años hace más visibles a las mujeres tanto en el ámbito de trabajo por cuenta ajena, con la incorporación de la mujer a los puestos directivos, como en el entorno emprendedor.
A lo largo del año pasado, tres de cada cinco empresas que se crearon en el mundo fueron impulsadas por mujeres. Esta cifra demuestra la valentía de mujeres que están rompiendo tabúes en determinadas economías del mundo (en ocasiones no precisamente en los países más desarrollados) y que suman ya, según datos de la OCDE, el 38% de todos los pequeños negocios a lo largo y ancho del mundo. En España, desde 2007, casi el 50% de las nuevas empresas fueron creadas por mujeres.
Hay un dato digno de mencionar que está extraído de una encuesta realizada en 2015 por Kleinwortl Benson y YouGov y que muestra que, mientras el 17% de los hombres fracasaba en su primera startup, este porcentaje se reducía hasta el 11% en el caso de las mujeres. ¿Diferente mentalidad y visión? ¿Distintos estilos de gestión para sacar adelante un proyecto? De todo un poco.
Pero aun hay más. Numerosos estudios muestran que aquellas empresas creadas por mujeres o en las que las mujeres tienen un peso relevante tienden a incrementar sus beneficios y a ser más competitivas. Sin olvidar que tienen un mayor impacto en el entorno y generan valor a la sociedad.
Y es que la presencia de mujeres en el ecosistema empresarial aporta valores fundamentales en la actual dinámica de las compañías, que valoran hoy el Talento mucho más allá de las habilidades técnicas o concretas de una función. Empatía, capacidad para trabajar en equipo, capacidad de comunicación y negociación para solucionar problemas, competencias emocionales o tendencia a la cohesión del equipo, son algunas de las características que, sin ser exclusivas de la mujer, se están introduciendo con fuerza a medida que se incorporan en primera persona al entorno productivo.
El potencial emprendedor de la mujer, aunque es difícil de medir, es algo que deberían seguir de cerca organismos y bancos a nivel mundial. Una oportunidad que debemos cuidar con la mayor delicadeza posible porque el cambio también llega por esta vía. Como ejemplo muy ilustrativo, no tenemos más que recurrir al cálculo que ha hecho la consultora Ernst & Young y que dice lo siguiente: si el nivel de financiación de los proyectos liderado por mujeres fuera igual al de hombres, podrían crearse 6 millones de puestos de trabajo en la UE en los próximos 5 años. Debería de gritarse esta cifra a voces.
Marta Díaz Barrera
Asesora de Talento
Fundadora y CEO de Talentoscopio
@MartaDzBarrera
@Talentoscopio_