
Expertos aseguran que la lactancia favorece la maduración de áreas relacionadas con la inteligencia
Más de 700 pediatras de Atención Primaria se encuentran reunidos estos días en Madrid en el 11º Curso de Actualización de Pediatría, organizado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). Durante tres días los expertos analizarán diferentes aspectos de la especialidad y compartirán datos sobre cómo la lactancia materna favorece la maduración de las áreas relacionadas con la inteligencia y analizarán el aumento de casos de niños y adolescentes con trastornos de conducta alimentaria.
Beneficios de la lactancia materna
Diferentes estudios realizados con técnicas de neuroimagen han demostrado que la lactancia materna prolongada favorece la maduración de áreas relacionadas con la inteligencia. De esta manera, se ha demostrado que la oxitocina juega un papel fundamental en el periodo de lactancia entre madre e hijo. La liberación pulsátil de esta hormona produce en la madre sentimientos de amor hacia su hijo, así como de bienestar, confianza o autoestima y en el lactante produce relajación, serenidad y un mayor interés por las relaciones sociales.
Prolongar la lactancia materna aumenta los sentimientos de confianza y bienestar maternos. La lactancia tiene un importante poder ansiolítico y tanto la oxitocina como la vasopresina cumplen un papel central en la regulación de las conductas sociales, incluidas la conducta sexual, el apego materno infantil y la memoria social.
Los pediatras de AP reunidos también han compartido información sobre los trastornos de alimentación, ya que se trata de uno de los problemas más frecuentes en la infancia y adolescencia.
Los pediatras de AP atienden más casos de trastornos de conducta alimentaria
En la etapa adolescente incrementa de forma considerable la incidencia y prevalencia de los trastornos de alimentación y se estima que 1 de cada 250 adolescentes pueden padecer algún tipo de trastorno alimentario. La anorexia es más frecuente entre los 15 y los 18 años y la bulimia suele ser darse a partir de los 16 años. En cualquier caso, hemos detectado que se está adelantando la edad en la que se empiezan a dar estos trastornos, siendo cada vez más frecuente al inicio de la adolescencia en niñas de 12 años.
Ambos trastornos son más frecuentes en el sexo femenino. De hecho, la anorexia es hasta 9 veces más frecuente en chicas y la bulimia 3 veces más que en varones. Sobrepeso, perfeccionismo, exceso de autocontrol, miedo a la maduración o baja autoestima son algunos de los factores que pueden influir en el desarrollo de la anorexia, pero los pediatras de AP subrayan que la genética también está relacionada con estos trastornos ya que la existencia en una familia de un miembro con un trastorno de conducta alimentaria multiplica entre 2 y 20 veces el riesgo de padecerlo a cualquiera de sus miembros.