
Espacio y tiempo para la confianza

La Metodología CORAOPS® trae a primer término, como indispensable inicio del proceso de coaching, la creación de un adecuado entorno de confianza: Rapport.
Si buscamos imágenes en Google con la entrada “confianza”, hay dos que se repiten varias veces. Una es dos o más manos estrechadas, y la otra es un individuo que se deja caer hacia atrás, con un grupo de personas dispuestas a recogerle… Yo me quedo con la segunda. Soy tan creyente en mis compañeros de juego, que no dudo ni un momento de que me van a recoger cuando me deje caer hacia atrás desde un alto.
Confío plenamente en ellos. Mientras disfruto de la subida de adrenalina del viaje, ellos estarán ahí para no dejarme caer al suelo. ¡Ellos son los que hacen el trabajo mientras yo me lo paso bien y me dejo llevar! De eso se trata, de no dudar ni un momento de que van a cubrir mis expectativas, sin verlos y sin saber fehacientemente que no han salido corriendo del sitio…
Y si buscamos la palabra “confianza” en el diccionario, estas ideas se repiten, como no podía ser de otra manera, y elijo las acepciones que más me gustan: la confianza se define como la esperanza firme que se tiene de alguien o es el ánimo, aliento y vigor para obrar. También es familiaridad en el trato.
También le he preguntado a mis hijos y a mi marido, qué es confianza para ellos. Jaime tiene 12 años y me dice que confianza es “creer en alguien” y Javier, mi marido, dice que confianza es “transparencia, claridad, buen rollo y compromiso”.
Para mí la confianza es tranquilidad, es una promesa cumplida de manera sostenida en el tiempo. Me fío tanto del elemento sobre el que tengo confianza, y sobre la tarea que me cubre en la vida, que duermo tranquila.
Así es el espacio y el tiempo empleado en un proceso de coaching. Un espacio y un tiempo donde la confianza se hace protagonista, y donde no tiene cabida la duda, la falsedad y la falta de autenticidad. No hay coaching válido sin la creación de este espacio único. Como coachee, me dejo acompañar solo si se ha establecido ese nivel mínimo de confianza necesario para que las conversaciones sean productivas, y nos lleven al camino de la consecución de los objetivos que nos hemos planteado: Rapport. Todo en el coaching es sentido común, son conceptos explicados con términos conocidos, utilizados con un propósito concreto, hasta que aparece la palabra rapport. Esta no estaba en mi repertorio y sin embargo, se hace imprescindible de repente, por arte de magia…
Rapport es compenetración, sintonía, palabras bellas y con tanta emoción implícita que ya no puedes olvidarlas, ni en el pensamiento, ni en la acción.
¡Qué tarea más maravillosa! Recrear, de manera profesional, nuestra intuición de juventud, época en la que la creación de entornos de confianza brota de manera natural. Crear el mejor entorno para abrirse a la intimidad (quién no ha puesto música, se ha perfumado, ha bajado la luz y ha encendido una vela para crear un ambiente perfecto para el amor…). ¡Qué complicidad con nuestros amigos cuando hablábamos con las mismas expresiones y teníamos frases que evocaban momentos inolvidables de nuestra juventud! Sin darnos cuenta y de manera natural, igualábamos nuestro lenguaje. ¿Y a que todos bailábamos igual? Dar los mismos pasos y al mismo ritmo nos hace sentirnos parte de ese círculo de confianza, igualando la corporalidad. Nadie estaba contento si alguien estaba triste, igualamos la emoción… Para desembocar en un respeto profundo por todos y cada uno de los miembros de la pandilla. “Todos para uno y uno para todos”…
Pues señores… coaching es espacio y tiempo para la confianza..
Susana Hidalgo Otí
Coach en proceso de certificación CORAOPS ® y directora corporativa de Capital Humano de SAGE