Emprendedoras: el camino en primera persona

 

El 19 de noviembre de 1933, España celebró sus primeras elecciones verdaderamente democráticas, las Marta Diaz Barrera Talentoscopioprimeras en las que pudieron votar las mujeres. Hoy, 82 años más tarde, ese hito que simbolizaba la incorporación de la mujer a muchos más aspectos de la vida pública, nos demuestra que queda mucho por hacer.

El 19 de noviembre se celebró precisamente el Día Internacional de la Mujer Emprendedora. Y es que la plena participación activa de la mujer en la vida económica es hoy una de las cuentas pendientes que existen en nuestra sociedad. Hoy siguen existiendo pocas mujeres en puestos directivos y un número aún menor en consejos de empresas. En la cultura norteamericana muestran gráficamente que los Consejos formados por una mayoría de mujeres tienen un 35% más de resultados con respecto a Consejos en los que no hay ninguna mujer.

Clara Campoamor, que ha pasado a la Historia como una de las principales defensoras del acceso de las mujeres al derecho al voto, explicó en las Cortes que, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt, “la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos es caminar dentro de ella”.

Para no sólo beneficiarse del futuro y del progreso, sino participar de él, las mujeres deben caminar dentro de ese trayecto al futuro. Hoy, las pioneras, las Clara Campoamor son las emprendedoras, empresarias y altas directivas.

Un dato de Global Entrepreneurship Monitor muestra que aproximadamente 6 de cada 10 emprendedores que lanzan su nuevo proyecto empresarial son hombres. Además, ese mismo estudio indica que la tasa de actividad emprendedora entre los hombres es del 6,35%, mientras que entre las mujeres es del 4,57%. El dato nos muestra que existe aún una brecha en cuanto a la iniciativa emprendedora de unos y otros, pero, si tenemos en cuenta la comparación con la tasa de mujeres emprendedoras en todo el mundo (el 11%), podemos entender que aun queda mucho por hacer.

¿Por qué se dan este tipo de situaciones? Una de las causas es el entorno educativo y de aprendizaje en el que nos encontramos. Nuestra cultura no fomenta la creatividad ni la iniciativa en el colegio, no fomenta el que los niños puedan sobresalir, sino que basa todo en memoria y en ejercicios que en la gran mayoría de los casos tienen enfoques poco prácticos. Otra de las razones es que las mujeres no tenemos muchas referencias a nivel emprendedoras.

No obstante, hay datos que invitan al optimismo. La distancia entre mujeres y hombres emprendedores ha disminuido un 30% en los últimos diez años y hoy esta brecha es la más reducida de todos los países europeos.

La creciente presencia de las mujeres en un sector como el emprendimiento social se convierte en una de las grandes oportunidades para consolidar una igualdad entre mujeres y hombres. Una igualdad que se traduce en un mayor retorno para las empresas (hasta del 63%), y que podría generar un incremento del PIB de hasta un 26% en los próximos 10 años, según el estudio The Power of Party, elaborado por McKinsey Global Institute.

Lo apasionante del reto es que queda mucho camino por recorrer, pero no cabe duda de que las mujeres con Talento, no sólo tienen mucho que aportar, sino que, como rezan los versos de Machado: “se hace camino al andar”.

Marta Díaz Barrera

Asesora de Talento, Fundadora y CEO de Talentoscopio

 

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