Construyendo puentes hacia la igualdad de género en las TIC

ELISABET GUASCH. ADEVINTA SPAIN

Las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población mundial y, por tanto, el 50 % de su talento. Además de ser un derecho fundamental, la igualdad de género es necesaria para el desarrollo de una sociedad más justa, equilibrada y pacífica. No obstante, a día de hoy, pese a su potencial, la igualdad de género sigue ausente en gran parte del mundo. Aunque hayamos avanzado en la concienciación de la problemática, lo cierto es que todavía son muchos los muros que debemos derribar para una igualdad de género real y extendida.

Una de ellas es la brecha de género que vive actualmente el sector tecnológico, una de las más profundas. Pese a su dinamismo y poder transformador que lo sitúan como el empleo del presente y del futuro (la inversión en I+D, la demanda de perfiles y la creación de nuevas tecnologías no hace más que crecer), es uno de los sectores más afectados en cuanto a representación femenina. Según el último informe de igualdad de género de la patronal tecnológica DigitalES, solo el 2 % de las mujeres ocupadas trabajan en el sector tecnológico y digital y solo el 14,6 % de los titulados en estudios tecnológicos son mujeres. ¿De verdad queremos construir un mundo tecnológico y digital sin el 50% de su talento?

Las cifras nos muestran que la brecha de género no es exclusiva del ámbito laboral/profesional, sino que viene de la etapa formativa. Es decir, la falta de talento femenino en las empresas tech refleja el vacío de estos perfiles tanto en carreras como en bachilleratos y especialidades tecnológicas. ¿Falta de interés? ¿Carreras poco atractivas? ¿Estereotipos de género? Lo que sí tenemos claro es que, aunque todavía quede mucho camino por recorrer, es imprescindible seguir avanzando en la igualdad de género con la actuación urgente y el compromiso de todos los agentes sociales, tanto empresas y organizaciones, como gobierno, instituciones y entidades académicas.

En este escenario, el papel de las empresas se vuelve clave y determinante. Como agentes económicos de cambio, tenemos el poder y la responsabilidad de actuar para disminuir esta brecha e incrementar la representación femenina, no solo en el sector tecnológico, sino en todo el tejido empresarial del país. Y debemos hacerlo teniendo en cuenta el origen y raíz del problema, la educación, fomentando la igualdad desde edades bien tempranas.

Para ello, y gracias a nuestra experiencia en el sector, consideramos que es imprescindible una doble actuación por parte de las empresas. Por un lado, es necesario dedicar esfuerzos a promover y garantizar el acceso de mujeres a estudios tecnológicos, apoyando iniciativas educativas que rompan los estereotipos de roles de género y promuevan referentes femeninos en el sector, haciendo de estas carreras opciones igualmente atractivas; y, por otro lado, desarrollar estrategias de atracción y fidelización de talento, basadas en planes de igualdad que promuevan una cultura inclusiva y acogedora hacia la diversidad en general, y las mujeres en particular.

Como empresa tecnológica de referencia en España, en Adevinta nos hemos involucrado a fondo para disminuir la brecha de género en el sector tecnológico. Teniendo esto en cuenta, hemos desarrollado medidas e iniciativas destinadas a fomentar la representación femenina en el sector, desde la formación hasta programas de liderazgo empresarial. Y hoy más que nunca, con motivo del Día Internacional de las Niñas en las TIC, queremos destacarlas para inspirar y  fomentar el espíritu de igualdad y diversidad.

A nivel formativo, por ejemplo, colaboramos con bootcamps de formación en competencias tecnológicas orientados a mujeres y apoyamos eventos tech para mujeres mediante la esponsorización. Asimismo, conscientes de la importancia de cuidar la experiencia de las mujeres en estos entornos y fomentar su empoderamiento, además de nuestro Plan de Igualdad y Conciliación (flexibilidad horaria, teletrabajo, permiso extendido por nacimiento de hijo, etc.), hemos incluido diferentes medidas como la discriminación positiva -ante igualdad de perfil y competencias, seleccionamos el candidato del género con menos representación en su área-, las posiciones tech abiertas solo a mujeres, o la creación del Programa Women in Leadership para fomentar la presencia femenina en los puestos de dirección, y medidas de conciliación para ambos géneros.

La realidad es que estas iniciativas no solo garantizan un derecho fundamental como es la igualdad de género, sino que contribuyen a la creación de un sector tecnológico más diverso, innovador, plural y, por ende, más competitivo. Son una fuerza de cambio y un estímulo imprescindible para un sector económico clave. Lograr la igualdad de género contribuye a que todo el sector alcance su potencial. ¿Vamos a dejar pasar esta oportunidad?

Elisabet Guasch

Directora People&Communications en Adevinta Spain

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