El valor de la duda
Yo no sé vosotras pero a mí me da la impresión de que cada vez más en esta sociedad que nos ha tocado vivir hay que tomar partido siempre por algo. En la mayoría de las cuestiones importantes siempre se nos dan dos (a veces más, pero casi siempre son dos) posturas u opciones que elegir y la mayoría de las personas optan por una de esas dos. Ya sea política, religión o cualquier otro tipo de ideología, el mayor porcentaje de las personas se puede encuadrar en una opción. Me explico, o somos de izquierda o de derecha, creyentes o ateos, apoyamos a tal partido político o a su opuesto.
Luego, por supuesto, están los que ni se han molestado en pensar sobre el tema, ya sea por desgana o por falta de educación y optan por el desinterés, quedándose en una especie de limbo donde sólo importa el aquí y el ahora. Para mí, eso es un error, pues creo que todo el mundo debería plantearse una serie de cuestiones en su vida e intentar al menos encontrar unos cuantos valores y principios por los que guiarse, pero no es de esa gente de la que quiero hablar esta vez. Hay algunas personas que se han tomado muy en serio el hecho de posicionarse, son personas que parece que no saben lo que es una escala de grises y sólo son capaces de ver las cosas en blanco y negro. Yo no entiendo cómo esas personas pueden tener las cosas tan claras en la vida, viviendo como vivimos en un mundo tan complicado y lleno de matices.
Un ejemplo son los que piensan que algo hecho por el partido político al que votan está bien sólo porque lo haya hecho ese y no el contrario. O peor, que algo está mal hecho sólo porque lo ha hecho el otro. Todos tenemos cierta dosis de ideología y opiniones con las que nos sentimos más o menos cómodos, pero parece bastante obvio que los políticos son seres humanos que a veces acertarán y a veces se equivocarán, sean del partido y de la ideología que sean. Cerrarnos en banda y escuchar sólo a aquellos que piensan como nosotros puede darnos seguridad, que a veces necesitamos en un mundo tan caótico, pero, sin duda, no nos acercará a la verdad.
Como ya he dicho, creo que debemos esforzarnos en buscar unos principios y valores propios que nos definan, pero el hecho de encontrarlos no es el final del camino sino sólo el principio, pues seguro que hablando con personas que piensan diversamente a nosotros encontraremos muchísimos matices y correcciones que nos enriquecerán. Eso no quiere decir que antes estábamos equivocados, sino simplemente que ahora tenemos más puntos de vista y más opciones.
Yo creo que, al final, de lo único de lo que podemos estar seguros es de que el mundo en el que vivimos está en continuo cambio y evolución y nuestras ideas deben ir en consonancia con ello. Si lleváis bastante tiempo sin cuestionaros vuestras ideas, yo de vosotros empezaría a hacerlo, pues es la única manera de evolucionar.