El nuevo Mercedes-Benz SL: ligero, atlético y elegante
Mercedes-Benz prosigue con la versión completamente renovada de la Clase SL una tradición que se inició hace sesenta años. Desde entonces, las siglas «SL» son sinónimo de la simbiosis entre deportividad, estilo y confort, así como innovaciones revolucionarias. El nuevo SL está construido por primera vez casi por completo en aluminio y pesa hasta 140 kilogramos menos que su predecesor.
Su carrocería de gran rigidez, realizada íntegramente en aluminio, constituye la base de un comportamiento de marcha bastante más deportivo, preciso y ágil, sin mermar el confort de rodadura y de conducción. Los nuevos motores BlueDIRECT ofrecen mayor dinamismo; son más potentes y, sin embargo, su consumo es hasta un 29% inferior al de la generación predecesora. Una primicia a nivel mundial es el sistema Frontbass, que transforma este vehículo de lujo, tanto cerrado como a cielo abierto, en una sala de conciertos. A ello se suma el limpiaparabrisas adaptativo MAGIC VISION CONTROL, de gran eficiencia; el agua sale de la escobilla del limpiaparabrisas, según las necesidades y teniendo en cuenta el sentido de barrido.
En comparación con su famoso predecesor, el nuevo SL de Mercedes-Benz ofrece mejoras claras en confort y deportividad, y marca con ello nuevas pautas en la categoría de los roadsters de lujo. Además, es idóneo para el uso cotidiano, lo cual le convierte en un multitalento sin parangón entre los turismos deportivos. Resumiendo: hablar del nuevo SL es hablar de la pasión por la conducción al más máximo nivel.
Dieter Zetsche, presidente de la Junta Directiva de Daimler AG y responsable de Mercedes-Benz Cars: «En todo el mundo hay unos 900 millones de automóviles, de miles de modelos. Pero los iconos de la automoción se cuentan con los dedos de una mano. Nuestro SL es uno de ellos: tiene clase, tiene estilo, ofrece lujo y confort en estado puro. Y combina todo eso con un dinamismo y una deportividad increíbles. No es fácil imaginar un vehículo que refleje mejor que el SL el lema de Gottlieb Daimler: lo mejor o nada».Más liviana y rígida: la sofisticada carrocería realizada íntegramente en aluminio.
La nueva generación del Mercedes-Benz SL se toma al pie de la letra el significado de la famosa sigla «SL»: deportivo y ligero. Al igual que en el modelo fundador de la saga —el SL de 1952 con bastidor tubular ligero—, la reducción sistemática del peso es uno de los rasgos constructivos más destacados del nuevo SL. Es la primera vez que Mercedes-Benz produce en grandes series una carrocería básica íntegramente de aluminio. Son muy pocos los componentes fabricados utilizando otros materiales. Para la protección tras el depósito de combustible, por ejemplo, los proyectistas han elegido un material aún más liviano, el magnesio. Por motivos de seguridad, en los montantes delanteros se integran tubos de acero de alta resistencia.
La nueva carrocería básica de aluminio pesa unos 110 kilogramos menos de lo que pesaría utilizando la tecnología de acero de su predecesor. «Es como si se bajara del vehículo un acompañante de la categoría de pesos pesados», afirma Thomas Rudlaff, responsable de Carrocería de Aluminio en Mercedes-Benz. «El resultado se nota y puede medirse. Menos peso significa más dinamismo y menos consumo. En otras palabras: el placer de conducir aumenta y el impacto medioambiental disminuye».
La estructura de aluminio no sólo es más ligera, sino que supera en cuanto a rigidez, seguridad y confort a la ejecución de acero del modelo antecesor. Esto se debe al concepto de construcción ligera inteligente con componentes optimizados en función de la finalidad prevista. Así, por ejemplo, se emplean distintos tipos de tratamiento del aluminio. Según su función, los componentes se fabrican por fundición en coquilla o por fundición inyectada en vacío, se procesan a partir de perfiles extrusionados o se incorporan en forma de chapas de aluminio de distinto grosor. El resultado es una gran rigidez y alta seguridad, unidas a una mejor respuesta a las vibraciones.
Si bien el nuevo SL es aún más confortable y cuenta con un número mayor de sistemas de asistencia a la conducción que su antecesor —lo que conlleva inexorablemente un aumento de peso y limita en parte el ahorro debido a la carrocería básica de aluminio—, la báscula muestra unas cifras sorprendentes: el nuevo SL 500 pesa en total unos 125 kilogramos menos que su antecesor con el mismo nombre. El SL 350 es incluso 140 kilogramos más ligero. Esto se debe al gran número de mejoras inteligentes que ha incorporado Mercedes-Benz en el nuevo SL además de la carrocería básica de aluminio.