El mantecado, una industria en femenino

La campaña de 2016 prevé la contratación de un 85% mujeres

Septiembre marca tradicionalmente el inicio de la campaña de fabricación de mantecados, polvorones y otros dulces navideños en Estepa. Aunque este año, de forma excepcional, algunas fábricas adelantaron parte de su producción a agosto, es ahora en septiembre, coincidiendo con la Feria del municipio, cuando echa a andar el motor económico de la localidad y su comarca, con la elaboración de 20 mil toneladas de toda la variedad de los productos típicos navideños que se fabrican en las 19 industrias amparadas por el Consejo Regulador. Un nuevo ejercicio que arranca con el reto de sus empresas de innovar, crecer, diversificar y ganar mercados, aumentar la productividad y estimular el consumo.

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La campaña de 2016, en la estela de la de 2015, arranca con una previsión de ventas que ronda el 5%, 10% superior a la de 2014 y una producción estimada que rondará las 20.000 toneladas, o lo que es lo mismo, 20 millones de kilos, cubriendo así el 95% del total de la elaboración en España. Según las previsiones, se espera que cerca de 2.000 personas (85% mujeres) trabajen en algunas de las 19 fábricas amparadas por la Indicación Geográfica Protegida (IGP) del Mantecado y el Polvorón de Estepa, a lo que hay que sumar los 2.500 empleos de carácter indirecto creados por las industrias auxiliares (cartonajes, fabricación de maquinaria, etc). En efecto, durante la campaña del mantecado y del polvorón, que coincide con la del aceite, el paro baja a entre un 7 y un 10 por ciento en la comarca de Estepa y se roza el pleno empleo en un municipio que supera los 12.700 habitantes.

Concretamente, en torno al 15% de la producción estepeña se destina a la exportación en países donde hay colonias españolas como Alemania, Francia, Estados Unidos, Argentina, Brasil o Suiza.

Desde el pasado mes de marzo, Estepa cuenta con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Polvorones de Estepa’ en el Registro de Denominaciones de Origen Protegidas y de Indicaciones Geográficas Protegidas de la UE; un reconocimiento que se suma a la ya existente de los mantecados, que data de noviembre de 2011 y que garantiza el cumplimiento de unos requisitos superiores a los exigidos para el resto de productos de la misma clase o variedad. Por ello, elegir mantecados y polvorones identificados con este distintivo es garantía de estar disfrutando de un auténtico mantecado, de calidad contrastada.

Entre las características que definen a los productos amparados por la IGP ‘Polvorones de Estepa’ se encuentran sus ingredientes fundamentales: harina de trigo, manteca de cerdo, azúcar glas (azúcar molida), almendra, canela y aromas naturales, pudiendo añadirse clavo como elemento alternativo.

Estas materias primas son comunes a los dos tipos de polvorones que protege este figura de calidad: ‘caseros’ y ‘almendra’ (o ‘tradicional’) en función de la cantidad de almendra que incluye la receta empleada para su elaboración (un mínimo del 8 % en el ‘tradicional’ y del 15 % en el ‘casero’).

En este recorrido de más de tres años desde su solicitud por el Consejo – los polvorones ya gozaban de la denominada Protección Nacional Transitoria (PNT)-, el polvorón ha tenido que presentar sus credenciales para poder entrar en la lista de los productos que contarán con el respaldo y la defensa por parte de los organismos competentes de la Unión Europea. Algunas de las empresas amparadas por el Consejo Regulador cuentan además con las certificaciones Halal, lo que está permitiendo abrir mercado en países de sociedad mayoritaria musulmana.

La IGP del Mantecado de Estepa pone en valor la excelencia y tradición de estos productos, adquiridas a lo largo de más de los 150 años que llevan fabricándose en el término municipal sevillano, donde se ubican las industrias dedicadas a la elaboración y envasado de los productos. Aunque el origen de los polvorones se remonta al siglo XVI según está documentado en el convento de Santa Clara de Estepa, la primera comercializadora de este dulce tal y como lo conocemos hoy es Micaela Ruiz Téllez, ‘La Colchona’, que vivió en la localidad sevillana entre 1824 y 1901.

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