El 55,7% de las empresas cree que la reforma laboral no afectará a la formación

Recurso. Formación profesora y alumna

Una de las demandas que históricamente los empleados solicitan a sus empresas es la formación en el ámbito laboral: que las propias compañías se involucren y posibiliten la formación continua de los trabajadores. El objetivo no es otro que mejorar sus resultados dentro de la compañía y seguir renovándose y reciclándose, tanto dentro de la empresa, como en su propia carrera profesional.
 
Es por todo ello que Adecco Training, la consultora especializada en formación del Grupo Adecco, ha querido tomar el pulso al mercado laboral y saber qué importancia se le sigue concediendo a la formación dentro de las empresas. Este estudio llega en un momento crítico, en el que las compañías están pasando por momentos de incertidumbre, muchas de ellas están inmersas en procesos de reestructuración y la mayoría de presupuestos para 2013 se están ajustando lo más posible en previsión de un año igualmente inestable para el empleo.
 
Pese a la crítica situación que atraviesan las empresas, los resultados de la encuesta son esperanzadores para el sector: el 55% de las compañías encuestadas reconoce haber mantenido o incluso incrementado (10%) la inversión en formación en 2012. Sin embargo, pese a los cambios suscritos con la última reforma laboral aprobada por el Parlamento y que recogía entre otros aspectos la obligatoriedad de dar 20 horas de permiso para formación a los trabajadores o la definición de un plan específico de formación para toda la plantilla de la empresa, más de la mitad de los encuestados (55,7%) reconoce que esto no afectará a la inversión en formación, aunque un 29,3% confiesa que existe un gran desconocimiento sobre este tema.
 
Para 2013, las acciones de formación que se perfilan como críticas son las relacionadas con habilidades técnico-productivas y comerciales, dos acciones que claramente tienen que ver con los resultados de la empresa, convirtiéndose así la formación en una parte estratégica de las compañías.
 
La inversión se mantiene
Para poder desarrollar las principales directrices de la política formativa de las empresas en el próximo ejercicio es necesario partir de un análisis sobre la situación actual en la que se encuentra el sector.
 
Del total de los encuestados por Adecco Training, el 55% afirma haber mantenido e incluso incrementado (10%) la inversión en formación con respecto a 2011, lo cual sitúa, a pesar de los tiempos que corren, a ésta como una importante herramienta de productividad y competitividad de las empresas.
 
Sin embargo, un 31,9% de ellos ha reducido su partida presupuestaria para formación a pesar de los nuevos cambios introducidos en la última reforma laboral en los que se recogía, entre otros aspectos, la obligatoriedad de dar 20 horas de permiso para formación a los trabajadores o la definición de un plan específico de formación para toda la plantilla de la empresa, lo que hacía pensar en una mayor inversión en formación.
 
Además, más de la mitad de los encuestados (55,7%) reconoce que estos cambios normativos no afectarán a la inversión en formación para el próximo año, aunque un 29,3% confiesa que existe un gran desconocimiento sobre este tema y no sabe si realmente la reforma laboral variará o no las partidas dedicadas a la formación en las empresas.
 
El porcentaje elevado de la inversión realizada en 2012 se ha destinado a habilidades comerciales y técnicas, lo que refuerza la conclusión de que la inversión en formación está íntimamente ligada a los resultados de la empresa. Y las previsiones para 2013 siguen en la misma línea: el 55% de los encuestados cree que la mayor parte del presupuesto se dedicará a este tipo de actividades.
 
¿Cómo se ha visto alterado el presupuesto destinado a formación en su empresa con respecto al ejercicio anterior?
Con respecto al ejercicio anterior, ha aumentado la formación que se imparte internamente en las empresas y dentro de esta parcela es la formación de formadores la más demandada en 2012 (46%) y lo será también en 2013 (49,5%).
 
Ésta es, cada vez más, una apuesta con más peso, sin embargo no como se ha concebido hasta la actualidad sino dando mucho más valor a la generación de herramientas pedagógicas y su explotación en el aula (vídeos, dinámicas, podcast, blogs, foros…). La destreza en herramientas 2.0 se convierte en punto clave para que los formadores internos se posicionen y gestionen correctamente el talento y el conocimiento interno.
 
En cuanto a las metodologías de formación, la presencial sigue siendo la formación estrella elegida por las compañías (60,3%), seguida de la formación elearning (26,2%), el coaching (5%), la metodología blended (4,4%) y la experiencial (4,1%).
 
El e-learning (o aprendizaje electrónico) es más demandado por sectores concretos como el de Call Center (40,4%) o el de las Administraciones Públicas (29,8%), ambos en busca de la autogestión individual del entorno de formación y aprendizaje. El coaching es más empleado en Hostelería (14,7%) y en Office (12,2%) mientras que la formación blended (a medio camino entre la formación presencial y la electrónica) es más demandada por el sector Servicios (26,7%) y por el área I+D (20,3%). Por último, la formación outdoor es solicitada en mayor medida por el sector Sanitario (20,6%) y el de Banca y Seguros (17,1%).
 
¿Qué nos deparará 2013?
Para el próximo año, las acciones de formación que se perfilan como críticas son las relacionadas con habilidades técnico-productivas y comerciales, dos acciones que claramente tienen que ver con los resultados de la empresa, convirtiéndose así la formación en una parte estratégica de las compañías.
 
En cuanto a las metodologías de formación, las previsiones para este año serán: un 62% destinado a modalidad presencial (1,7 puntos porcentuales más de lo invertido en 2012), 29% a elearning (2,8 p.p. de incremento), algo menos del 6% para coaching (ligero incremento de menos de un punto porcentual), y el resto se repartirá a partes iguales entre la formación blended y la experiencial (mantienen o disminuyen ligeramente sus partidas con respecto a 2012).
 
Externalización y entorno 2.0
Cuando se trata de formación empresarial, los procesos de outsourcing o externalización de servicios son habituales a la hora de impartir el conocimiento. Son cuatro las áreas que normalmente se externalizan con proveedores: la impartición de la formación, la gestión administrativa de los planes, la gestión de la bonificación y la labor de consultoría.
 
Entre los encuestados por Adecco Training, es la impartición el proceso que más externalizan las empresas (65,3% de media), seguido por la gestión de la bonificación (54,9%). Paradójicamente, las dos áreas que más se externalizan son las dos que más y menos valor añadido ofrecen a las empresas, respectivamente. En tercer lugar, se externaliza la gestión administrativa de los planes de formación (30,7%) y por último, la acción que menos se deja en manos de partners es la labor de consultoría (18,3% de media).
 
Por otra parte, preguntados por la importancia de las herramientas 2.0 en el aprendizaje, los encuestados por Adecco Training aseguran que éstas son herramientas básicas para una buena formación (54%). Para las empresas, la integración de las herramientas 2.0 en cualquier proceso formativo, individual o colectivo, son garantía de gestión del conocimiento y de la transmisión de valores en la compañía. Así, cada persona tiene la posibilidad de crear su propio entorno de aprendizaje, seleccionando los temas, las herramientas y los gurús que más le aportan. El PLE (personal learning enviroment) se convierte en una realidad más cercana para todos.
 
Hacia la mejora del retorno de la formación
Una de las asignaturas pendientes en el campo formativo es la manera en que se cuantifica el retorno de la formación: los métodos y herramientas de medición son deficitarios, según los encuestados por Adecco Training.
 
El 57,3% de las empresas utiliza encuestas de satisfacción al alumno al final de cada acción formativa como fórmula para medir el retorno de la inversión en formación, frente al 17,1% que utiliza indicadores individuales de desempeño o el 9,3% que emplea análisis de indicadores de negocio.
 
El método habitual para medir el éxito de un programa, por tanto, se basa en la opinión de los participantes acerca de la soltura y capacidad oratoria del ponente, el material entregado y otros aspectos relacionados con el entorno físico donde se realiza la formación. O lo que es lo mismo, una puntuación que indica el nivel de satisfacción de los alumnos. Es responsabilidad de las empresas y de sus partners, garantizar que cada hora que destina un trabajador a formarse, repercuta de forma exponencial en la cuenta de resultados.
 
El debate: ¿cómo gestionamos los recursos?
La mayoría de las empresas encuestadas por Adecco Training coinciden en que, con la situación actual del mercado de trabajo y la economía en general, han de enfrentarse a la compleja tarea de adquirir y desarrollar nuevas competencias dentro de la organización que favorezcan una mejor capacidad de adaptación de la empresa a un entorno adverso.
 
De este modo, surgen para las compañías retos de racionalización económica o de mejora de la productividad, desafíos de diversificación de productos, clientes y mercados, de innovación en los procesos de generación de valor o de mejora de la eficacia comercial, entre otros. Estos desafíos requieren de equipos más y mejor formados en competencias específicas para liderar esos procesos y adecuadamente alineados con la estrategia empresarial. No obstante, ello coincide con una enorme restricción presupuestaria en el ámbito formativo, por lo que surge el problema de cómo financiar la formación.
 
Desde el punto de vista de la gestión de los costes, se observan prácticas en las empresas dirigidas a capacitar al formador interno para que sea éste quien replique la actividad formativa en el seno de la organización. Este tipo de prácticas se completan con contenidos de formación e-learning (microcápsulas, podcasts, vídeos…) y el recurso al trabajo colaborativo online en el que formadores y mentores internos dinamizan y tutorizan la actividad formativa de los compañeros. La empresa externaliza el diseño pedagógico, la formación de formadores y el diseño de contenidos, pero imparte y trabaja los contenidos con recursos propios.

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