¿Dónde están los límites?

Hoy día es muy difícil estar “desinformado”. Medios de comunicación, redes sociales… todos se encargan de que no mantengamos al día sobre lo último que ha pasado. Pero, ¿cuánta información es necesaria?
Hace poco nos enterábamos de un desagradable hecho ocurrido en Estados Unidos, donde dos periodistas fueron asesinados en directo por un ex compañero. Nada más ocurrir, el vídeo con las imágenes ya circulaba por todos lados y era imposible no verlo. Los telediarios lo ponían como si de un bucle se tratara, una y otra vez.
Luego llegó el vídeo que grabó el presunto asesino, que se unió al primero en su rueda de paseo por los medios de comunicación. Y ahora llega mi pregunta, ¿era necesario mostrarlo tantas veces? ¿Dónde están los límites? ¿Dónde se encuentra el punto en el que se dice, hasta aquí?
Entiendo la necesidad de información, pero creo que estamos alcanzando un punto de “sobreinformación” donde todo vale. Me explico. Cada vez que enciendes el televisor y ves las noticias, lo ves todo, TODO. Ejecuciones en directo, inmigrantes a la deriva en el mar, países en guerra, gente huyendo, desesperación,… y así podría seguir con un largo etcétera. La necesidad de mantener informado al espectador puede llegar muchas veces, en mi opinión, a cruzar determinados límites. A veces, es muy difícil decidir por uno mismo cuándo es suficiente porque la curiosidad, las ganas de saber más, el también llamado “morbo”… nos atrae hacia lo que no sabemos. Por ello, creo que los medios deberían intentar poner algunos límites, saber cuándo decir hasta dónde. En qué punto termina la información para convertirse en otra cosa. En qué punto la información proporcionada se hace suficiente. En qué momento se ha llegado al límite.
Inma Sánchez
Periodista