Cómo afrontar una entrevista de trabajo
Una entrevista de trabajo es uno de los pasos fundamentales para conseguir el puesto deseado. Piensa que el hecho de que te hayan concedido una cita, significa que la empresa está interesada en conocerte, así que hay que hacerlo lo mejor posible.
Lo primero de todo es investigar acerca de la empresa: a qué se dedica, quiénes son sus clientes, cuál es su margen de actuación y qué personas la dirigen. Estos datos te ayudarán a comprender el perfil de la persona que están buscando y así poder amoldarte a él, y por qué no, empezar a familiarizarte con la empresa. En Internet probablemente encuentres información acerca de la compañía, ya sea desde su página web (en caso de que tengan), a través de noticias en las que la protagonista sea la propia empresa o se haya visto involucrada o en algún foro de trabajadores que estén o hayan estado en esa empresa.
Previa preparación
Seguidamente hay que prepararse las posibles preguntas, claro está que una entrevista de trabajo puede ser de múltiples formas pero existen algunas cuestiones que se repiten con asiduidad en este tipo de encuentros. Es conveniente que estudies tus aptitudes, tu experiencia y tu educación, debes de saberte tu currículum para poder defenderlo con seguridad. Averigua cuales son tus puntos fuertes para poder explotarlos e intenta crear argumentos para defender tus defectos. Los términos que más requieren las compañías son el de compromiso y la facilidad para trabajar en equipo. Algunos de las preguntas más frecuentes son:
– ¿Por qué quieres trabajar con nosotros? ¿Qué elemento diferencial aportas?
– ¿Cuales son tus defectos y virtudes?
– ¿Prefieres trabajar sólo o en equipo?
– Si fueras tú el encargado de realizar esta selección y yo fuera el candidato, ¿qué cualidades te gustaría que yo reuniera?
– ¿Qué has aprendido de anteriores trabajos?
– ¿Piensas proseguir o ampliar tus estudios de alguna manera?
Ha llegado el momento
Ahora toca el momento de la entrevista. Es muy importante que acudas con una imagen agradable, pues las primeras impresiones siempre juegan un papel importante. También tienes que intentar transmitir una sensación de seguridad, aunque por dentro te coman los nervios y pensar bien las respuestas antes de contestar. Tienes que mostrarte atento y amable, no interrumpir al entrevistador y sentarte (cuando te lo indiquen) con una posición erguida.
A la hora de contarle tu experiencia profesional y personal intenta seguir un orden: empieza hablando de tu trayectoria, enfatizando en los puntos más interesantes y relacionados con el puesto al que optas, y coméntale además, cuáles son tus expectativas de trabajo. En cuanto al tema económico sé cauteloso, que no parezca que el dinero es tu principal motivación. De igual forma, no supliques que te den el trabajo, muéstrate simplemente entusiasmado. Y ya para terminar, exprésale siempre tu agradecimiento.
Seguir estos pasos no te garantiza conseguir ese puesto de trabajo que tanto buscas, pero seguro que causas una buena imagen.
Ante el resto, ¡Mucha suerte!