El Clínico de Madrid incorpora la braquiterapia intraoperatoria para tratar el cáncer de mama

La Unidad de Patología de la Mama del Hospital Clínico San Carlos de Madrid ha empezado a utilizar la braquiterapia mamaria intraoperatoria multicatéter mínimamente invasiva, para el tratamiento radioterápico del cáncer de mama, que posibilita que las pacientes reciban tratamiento de radioterapia en tan solo 10 sesiones administradas en  5 días consecutivos, en la que se irradia tan solo el tejido afectado,  evitando así los posibles efectos secundarios.

Se trata de una técnica que consiste en colocar en la cavidad que queda tras la extirpación del tumor, unos pequeños catéteres por donde se introducen las dosis exactas de radiación que van dirigidas al  foco tumoral, sin dañar los tejidos circundantes. Estos microcatéteres, que se colocan mismo acto de la intervención, se retiran una vez finalizado todo el tratamiento, sin necesidad de ingreso ni anestesia.
Indicada para algunas pacientes con más de 60 años y con tumores en estadios precoces o iniciales, la principal ventaja que aporta esta novedosa técnica, aplicada satisfactoriamente a dos pacientes  por el Servicio de Oncología Radioterápica del Clínico San Carlos que dirige el doctor Manuel de las Heras, radica en que minimiza el tiempo del tratamiento radioterápico, irradiando tan solo el tejido afectado.

Una buena alternativa a la técnica habitual
Esta técnica supone una alternativa a la braquiterapia clásica, con notables ventajas logísticas, clínicas y cosméticas, ya que permite una visualización directa del lecho tumoral, reduciendo la extensión del implante y manteniendo todas las ventajas dosimétricas y de selección de pacientes para la irradiación parcial acelerada de la mama con técnica multicatéter.

Esta técnica intraoperatoria está avalada por diversos estudios publicados recientemente, que señalan que sus resultados son similares a los obtenidos con radioterapia externa convencional en pacientes seleccionadas previamente.

Una braquiterapia adaptada al riesgo
La técnica lleva una planificación muy detallada ya que las pacientes candidatas a este procedimiento son valoradas antes de ser operadas. El implante de los catéteres se realiza en el quirófano, aprovechando la cirugía del tumor, una vez señalados los límites del mismo con marcas radio-opacas. Tras el cierre de la cavidad quirúrgica por parte del cirujano, los catéteres se fijan y se marcan adecuadamente, realizando un croquis in situ de la disposición de los mismos. Se estima que el tiempo total del procedimiento es de 30 minutos.

El tratamiento se inicia una vez se haya recibido el informe definitivo de Anatomía Patológica, que suele ser en torno a los 5-6 días tras la implantación de los catéteres, cuya retirada se realiza al término de las 10 sesiones del tratamiento. En las revisiones posteriores no solo se analiza el estado clínico de la paciente, sino que también se hace una evaluación de los resultados cosméticos así como de su impacto en la calidad de vida y la satisfacción de las pacientes con el procedimiento/tratamiento realizado. Además se realizan evaluaciones de la toxicidad en la 1, 4 y 12 semanas post-braquiterapia.

 

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