«Hoy las mujeres rurales son emprendedoras, son el motor y futuro de nuestros pueblos»
CARMEN QUINTANILLA. AFAMMER
Yo soy una mujer optimista por naturaleza. Piensa que cuando inicié la aventura de AFAMMER, que fue la asociación pionera del movimiento de la mujer rural en España hace 37 años, no existía absolutamente nada. Ni concepto de asociacionismo para mujeres rurales, ni reivindicación de derechos esenciales para ellas, ni preocupación por reivindicar su figura en el campo. Desde entonces hemos evolucionado mucho, aunque todavía no hayamos alcanzado el objetivo de la igualdad real de oportunidades. Sin embargo, sí que hemos conseguido grandes pasos como el reconocimiento de Ley de Titularidad Compartida, que tuve el honor de presentar en el Congreso en el año 2011.
A lo largo de este último año, lo que hemos ido notando es que las nuevas generaciones de mujeres tienen claro que su futuro pasa por una educación universitaria y una especialización en sus conocimientos. De ellas, un pequeño porcentaje tiene claro que quiere volver a su pueblo para exportar lo que han aprendido. Sin embargo, otras muchas apuestas por salir a las ciudades, por lo que se está produciendo la desaparición paulatina de nuestros pueblos.
Hoy las mujeres rurales son emprendedoras, son el motor y futuro de nuestros pueblos, y ese reconocimiento por parte de toda la sociedad es el claro ejemplo de lo que ha cambiado la mentalidad en España.
La tasa de actividad laboral femenina en los pueblos de menos de 1.000 habitantes es del 33% frente al 42% de los municipios de más de 20.000 habitantes. Las mujeres empresarias suponen el 34% de todas las ocupadas en la agricultura a nivel nacional. Pese a ello, solo un 4% de ellas tienen voz y voto en los consejos de administración. Según las últimas cifras manejadas por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España, existe una discriminación salarial de género en el ámbito rural. Las mujeres están sobrerrepresentadas en los rangos salariales entre los 400 euros y los 1.000 euros mientras que los hombres lo hacen entre los 1.001 euros y los 1.400 euros.
Es la masculinización del entorno rural una de las grandes trabas a las que se debe hacer frente por parte de la sociedad: por cada 100 varones de 30 a 49 años hay 84,7 mujeres, según el INE. Según las encuestas, ellas están más formadas y amparadas en sus conocimientos, han emigrado en mayor medida hacia núcleos más urbanos porque las opciones de futuro son más escasas y el mercado laboral, más restringido. Un estudio del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de 2011 señaló que el 63,2% de las mujeres entre 16 y 59 años cree que no hay futuro y que terminará marchándose en contra de su voluntad de los pueblos.
Valoro muy positivamente el emprendimiento femenino. Cada mujer que emprende y se empodera es un paso adelante en nuestro movimiento. Cada proyecto liderado por una mujer es la realidad de lo que la sociedad está demandando. Hace años hablar de mujeres emprendedoras, sobre todo en el medio rural, era imposible. Faltaba el respeto y el respaldo social. Teníamos esa losa encima de no poder encabezar nada, sometidas al patriarcado del que hoy siguen quedando secuelas.
Hoy, las mujeres en nuestros pueblos son un verdadero motor económico. Son las que más proyectos autónomos llevan a cabo. El 54% de las personas que deciden emprender un negocio son mujeres frente a un 46% de hombres, cuando en las ciudades las emprendedoras solo representan a un 30%. Ocho de cada 10 emprendedoras rurales son autónomas que buscan ofertar productos o servicios que no hay en un determinado municipio. Pero, sobre todo, me gustaría destacar a la cantidad de mujeres que acuden a charlas sobre empoderamiento y emprendimiento, que a través de nuestro programa para el emprendimiento de la mujer rural estamos conociendo en toda España. Cada vez son más jóvenes y tienen mayores inquietudes.
Durante el último año hemos podido contabilizar casi un millar de mujeres entre las veinte charlas que llevamos a cabo, que se han interesado, han participado y en algunos casos han llegado a emprender sus propios negocios basados en las nociones aprendidas.
Retos para el próximo año 2020
Los principales retos para este 2020 siguen siendo los mismos. Por desgracia las metas que debemos plantearnos como mujeres deben ser con vistas al medio y largo plazo. Tenemos que apostar por la educación de los más jóvenes para sembrar conciencia de que la mujer y el hombre deben convivir en igualdad de posibilidades y nunca compitiendo por su propio espacio en la sociedad global.
Los retos a más corto plazo que debemos plantearnos son los de seguir apoyando a las mujeres que emprenden sus propios negocios en nuestros pueblos, a aquellas que apuestan por llevar a cabo su vida en nuestro medio rural y, sobre todo, fomentar un plan de retorno a los pequeños municipios a través de la mejora en los servicios que en ellos se ofrece porque en esta cuestión básica radica las posibilidades de supervivencia.
Carmen Quintanilla
Presidenta de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural Afammer (AFAMMER)

