
Carmen Baena
“CADA VEZ LA COOPERACIÓN ES MENOS UNA OPCIÓN Y MÁS UNA NECESIDAD”
El Instituto Andaluz de Tecnología (IAT) ofrece un servicio a empresas andaluzas comprometidas con la innovación, basado en la creación de alianzas con el fin de avanzar de forma conjunta. Hablamos sobre el Club Selekta con la directora de I+D de la entidad, Carmen Baena
Mujeremprendedora: ¿Cuál es el objetivo con el que nace el Club de Innovación Selekta?
Carmen Baena: El Club de Innovación Selekta nace con el objetivo de potenciar las capacidades de innovación de sus empresas mediante la colaboración con un centro tecnológico como IAT, que además de acompañarles y apoyarles en sus actividades de I+D+i, pone a su disposición el conocimiento y experiencia acumulados en 23 años. En definitiva, se trata de establecer alianzas basadas en el conocimiento mutuo y en una relación de confianza que permitirá generar interesantes proyectos e iniciativas conjuntas innovadoras.
ME.: ¿Cuál es el perfil de las empresas que integran este Club?
C.B.: Todas las empresas que forman parte del club, aun perteneciendo a sectores de actividad muy diversos, tienen una serie de características comunes: en primer lugar son organizaciones que creen en la innovación como elemento fundamental para mantener y potenciar su competitividad en los mercados, incluyendo el mercado internacional en el que operan la mayoría de ellas. Por otro lado, tienen un interesante curriculum con relación a sus actividades y proyectos de I+D+i, además de una vocación clara de cooperación con otras organizaciones. De hecho, su colaboración con IAT no comienza con la pertenencia al club, sino que se consolida con esta iniciativa.
ME.: ¿Cuáles son las ventajas que se le presentan a las empresas para adherirse a este Club?
C.B.: La principal ventaja es que van a contar con un asesor tecnológico especializado, en gestión de la innovación y con una amplia experiencia en este ámbito. Este asesor, que se acaba convirtiendo en uno más de la empresa, además de proporcionar información de interés en materia de I+D+i en su sector de actividad de forma permanente, y resolver consultas técnicas específicas, les va a acompañar en la identificación de proyectos de interés ayudándoles a ponerlos en marcha. Así, la empresa, a través del asesor, podrá contar con los recursos técnicos de un centro tecnológico bien posicionado a nivel regional, nacional e internacional, pudiendo además usar infraestructura de apoyo como salas para reuniones y presentaciones en nuestras oficinas de Sevilla, Málaga y Guadalajara (México), equipos de videoconferencia, etc. Adicionalmente, las empresas Selekta tendrán prioridad en la participación en iniciativas promovidas por IAT, pudiendo contar con nuestro gabinete de comunicación que les apoyará en la difusión de sus actividades de innovación. Por último, también es importante destacar la potencialidad de las relaciones que se crean entre las propias empresas miembros del club. De hecho, ya han surgido algunas colaboraciones entre ellas desde que se lanzó esta iniciativa.
ME.: ¿Resulta ahora más necesaria que nunca la cooperación entre empresas para obtener resultados positivos?
C.B.: Efectivamente, cada vez la cooperación es menos una opción y más una necesidad, pero no sólo entre empresas, sino también entre éstas y otros agentes como centros tecnológicos y universidades. Sin embargo, teniendo esto muy claro, es verdad que nos encontramos a veces con ciertas reticencias por parte de las empresas en establecer relaciones de colaboración, normalmente condicionadas por una experiencia previa poco satisfactoria, posiblemente por no darse algunos de los condicionantes necesarios en estos casos. En primer lugar, cuando distintas organizaciones cooperan deben tener claro un objetivo común al que deberán contribuir cada una de ellas con sus propias capacidades que obviamente deberían ser complementarias. Por otro lado, deben establecerse unas “reglas del juego” claras, conocidas y compartidas por todos. Cada uno tiene que tener muy claro cuál va a ser su aportación y en qué condiciones debe darse. Y por último, se debe ser muy riguroso en el cumplimiento de los compromisos adquiridos por cada uno de los colaboradores, porque en estos casos el incumplimiento de uno puede poner en peligro la consecución de los objetivos globales, lo que podría suponer una pérdida de los recursos invertidos por el resto de socios. En definitiva, trabajar en colaboración es más difícil que hacerlo de manera aislada, pero es la única forma de poder abordar proyectos e iniciativas ambiciosas que permitan a las empresas ser más competitivas. Como dice un conocido proverbio africano “Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”.
ME.: ¿Qué valoración realizaría de la I+D+i empresarial en Andalucía?
C.B.: En primer lugar hay que resaltar la gran evolución que ha habido desde que IAT empezó a trabajar con las empresas andaluzas, cuando hablar de innovación resultaba casi como predicar en el desierto. Entonces había una gran diferencia con otros países europeos, tal y como comprobábamos en los proyectos internacionales en los que participábamos. Desde entonces la situación ha mejorado notablemente, aunque según todos los indicadores de I+D+i seguimos estando por detrás de muchos de estos países, salvo en determinados ámbitos como el aeronáutico o las energías renovables, en los que sí somos referencia internacional. Es decir, en términos absolutos hemos avanzado, pero no hemos conseguido converger con el resto de Europa. Esto es debido en parte a que partíamos de una situación muy desfavorable. Por otro lado, hay que reconocer que se han invertido importantes recursos por parte de las administraciones, que han permitido un gran avance aunque no siempre proporcional a los recursos invertidos.
ME.: ¿Cuáles son, en la actualidad, las principales necesidades de las empresas andaluzas comprometidas con la innovación?
C.B.: Está claro que a estas empresas no es necesario convencerlas de la importancia de la innovación, y las dificultades se presentan más en el cómo abordarla en la organización garantizando que se traduzca en la mejora de sus resultados que al fin y al cabo es lo que les preocupa. Para ello, deben ser capaces de identificar oportunidades que se transformen en iniciativas y proyectos, y contar con los recursos necesarios para abordarlos con éxito. En definitiva, necesitan saber cómo generar valor en sus productos y servicios.
ME.: ¿Cómo está afectando la coyuntura económica actual a la innovación en el tejido empresarial andaluz?
C.B.: La compleja situación que estamos viviendo está obligando a las empresas fundamentalmente a dos cosas: ser más eficientes reduciendo sus costes y mirar a otros mercados, para lo cual deben desarrollar productos y servicios muy competitivos. Es decir, por un lado son más conscientes que nunca de que les es imprescindible innovar, pero por otro tienen mayores dificultades para financiar sus innovaciones. En este contexto, aquellas organizaciones que están siendo capaces de adaptarse a este nuevo entorno son las que tendrán más posibilidades de salir adelante, y para ello deben ser flexibles e innovadoras.
ME.: ¿Cuáles son los instrumentos más demandados de apoyo a la I+D+i empresarial andaluza que ofrece el IAT?
C.B.: Además de los servicios prestados a través de SELEKTA, los más demandados por las empresas son aquellos que les permiten mejorar el valor de sus productos, procesos y servicios, tanto reduciendo costes como mejorando las funcionalidades de los mismos. Por otro lado, teniendo en cuenta que el principal recurso con el que cuentan las organizaciones son las personas, existe una gran demanda de actuaciones para el desarrollo de sus competencias. Por concluir y como expresamos en nuestra misión, desde IAT tratamos de acompañar a las empresas e instituciones en la mejora de sus resultados de forma sostenible, aportándoles valor mediante soluciones innovadoras.
Isabel García