Ana Soledad Ruiz, directora general Violencia de Género de la Junta de Andalucía

“HAY RESPUESTAS JUDICIALES QUE MERECEN UNA REFLEXIÓN PROFUNDA”
Con motivo de la celebración este mes de noviembre del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, entrevistamos a la máxima responsable de esta materia del Gobierno andaluz
 
 
Este mes de noviembre se cumplen dos años de la Ley andaluza de medidas de prevención y protección integral contra la violencia de género. ¿Qué balance realizaría de la misma?
Pretendíamos crear un instrumento integral, es decir, un instrumento multisectorial y coordinado con las instituciones y la sociedad civil. Un instrumento que sirviese para dar respuesta singular a problemas singulares, ante un problema como la violencia de género que no se presenta de forma uniforme, sino que tiene sus peculiaridades al estar hablando de relaciones entre adultos. En este sentido creo que ha sido un balance positivo por la propia existencia de esta Dirección General, que se crea teniendo en cuenta la madurez en materia de violencia de género de la Junta de Andalucía, pionera en la lucha contra el maltrato y en poner políticas públicas a favor de la lucha contra esta lacra. Y positivo en tanto en cuanto al balance de vertebración de políticas públicas para dar respuestas inmediatas y eficaces podemos estar medianamente satisfechos. Sin embargo, lo cierto es que no podemos estar totalmente satisfechos ante el número de denuncias como de muertes, que a las fechas en las que estamos ya han superado las cifras del año pasado. Ante estos datos siempre tratamos de hacer una reflexión y vemos que en esas cifras de fallecidas por violencia de género el número de mujeres que no habían denunciado es muy alto, y ante ese desconocimiento del caso concreto por las autoridades, la atención judicial, asistencial y policial no se podría haber puesto en marcha. Es un balance con luces y sombras, entendiendo las luces como el avance en respuestas y políticas públicas.
 
Recientemente el Consejo de Gobierno aprobaba la creación de la Comisión Institucional de Coordinación y Seguimiento de Acciones para la Erradicación de la Violencia de Género. ¿Con qué objetivo nace esta Comisión?
Pretende sobre todo ordenar las políticas e instrumentos de cada institución, conocer muchas de las organizaciones que participan contra la erradicación de la violencia de género, y darles a conocer a las mismas los recursos que unas y otras tienen en marcha. El objetivo es hacer responsable a todos los sectores de una política que ha de ser coparticipativa, proactiva, y de coordinar y liderar una serie de políticas que pueden ser complementarias entre sí. Se trata de establecer procesos de derivación de tal forma que haya itinerarios de atención profesional basados en criterios de calidad. La Comisión es, en este caso, quien lidera y quien pone en valor y evalúa todas las políticas públicas en materia de violencia de género que se hacen en Andalucía.
 
En total han sido nueve (dos de ellas en procesos de investigación) las fallecidas en Andalucía hasta el momento, el mismo número que el total de fallecidas el pasado año. ¿Estamos ante una situación de alarma?
No se puede decir que estemos en una situación de alarma. Lo que sí nos causa alarma es que a pesar de los instrumentos para la erradicación de la violencia de género con los que contamos hoy día como una fiscalía especializada o asistencia integral en todo el Estado, sigan habiendo muchas mujeres fallecidas que vivían con sus agresores, que no habían denunciado, que pensaban que del primer golpe su maltratador no pasaría o que rompiendo la relación sentimental que mantenían era suficiente. Estamos ante un proceso muy complejo en el que juegan un papel fundamental las emociones, las que tienen las mujeres que hay que recordar que están enamoradas. Un proceso en el que la prevención y la educación sientan las bases de la erradicación de esta lacra. Y no sólo educación en la escuela, que tiene su parte principal y en la que desde el Gobierno andaluz venimos apostando, sino también en el entorno familiar y de amistades, y ahí es donde es más difícil entrar.   
 
Cuando muere una mujer que ha denunciado, con orden de alejamiento, y que cuenta con apoyo de la Administración, ¿significa que las políticas para erradicar el maltrato han fallado?
Evidentemente, algo ha fallado. En estos casos lo que se hace es reunirnos para ver dónde se ha producido el error, porque muchas veces se da ante la ruptura de la medida de alejamiento, bien por él bien por ella. Intentamos hacer ver a estas mujeres que siempre que tengan un problema lo comuniquen a su policía de referencia, que nunca estén solas junto a su agresor pero lamentablemente no siempre es así. Esta es una de las razones por las que también se crea esta Dirección General, para poder analizar dónde están los errores, para tratar de detectar si ha habido ese fallo y en la medida en que esté en nuestra mano, solventarlo con los implicados.
 
En relación con la erradicación de la violencia de género, uno de los temas que periódicamente son objeto de debate son las terapias para maltratadores. ¿Cree en la reinserción de los maltratadores?
El sistema penitenciario español es un sistema específico de reinserción para todo tipo de delitos. El problema que se plantea en relación a los delitos por violencia de género es que hablamos de la reinserción de una persona que tiene una conducta muy determinada, y que la tiene sólo con su pareja. Queremos solventar con un curso de algunas horas una situación que puede haberse prolongado en el tiempo, o bien con trabajos a la comunidad. Cómo comprenderá con un curso o con trabajos de jardinería no se va a reinsertar alguien que lo que tiene es una pauta de comportamiento, supuestamente con la persona a la que quiere, que deriva en la violencia más cruel hasta llegar a su extremo. Algo falla ahí, las medidas planteadas no parecen las más adecuadas. En mi opinión este delito, exactamente igual que otros, debería contar con un proceso de reinserción pero en la cárcel. En la actualidad hay un proceso de reflexión por parte de Instituciones Penitenciarias de cómo afrontar la reinserción de los maltratadores porque es evidente que este delito necesita de herramientas muy específicas. Es un delito muy complejo y ante la complejidad lo que se necesita son respuestas singulares, reposadas en el tiempo pero efectivas. Porque en mi opinión el tema de la reinserción de aquí hacia atrás se ha tomado muy a la ligera, empezando porque siempre se valora la reinserción para quien ha cometido un delito con bastante importancia, para alguien que está en la cárcel, pero hay un maltrato habitual que quizá por el hecho de que las agresiones hayan sido menores está fuera con orden de alejamiento. Tal vez ése sea más fácil de rehabilitar que el que esté con un grado máximo en la cárcel, sobre todo de cara a que deje de acosar a esa mujer y a que su nueva pareja no sufra esa situación.
 
¿Están suficientemente capacitados jueces y magistrados para comprender la violencia de género? ¿Están satisfechos desde esta Dirección General con la actuación de éstos?
Si generalizara sería injusta pero evidentemente hay respuestas judiciales que merecen una reflexión profunda de la interpretación que ofrecen, y que incluso combaten la legislación vigente. Ésa no es la labor de ningún responsable judicial, esté en el ámbito que esté. Su labor es tratar de aplicar la legislación en base a unas pruebas, sino hay pruebas se sobresee y si ha habido delito se combate con las leyes vigentes. Y cuando se leen algunos de los fundamentos de algunas sentencias, preocupa y bastante el número en las que se vierte la opinión poniendo en cuestión las leyes o bien los argumentos jurídicos que otro tribunal haya hecho. En ese sentido es el Consejo General del Poder Judicial a través de su Observatorio de Violencia quien tiene que hacer una reflexión sobre este asunto. Es preocupante que a estas alturas todavía haya responsables del derecho y responsables de órganos judiciales que no sólo no aplican la ley sino que encima la combaten, utilizando su situación de privilegio para no sólo no impartir justicia, sino también para verter su opinión personal sobre esta materia.
 
¿Qué papel juegan o debería jugar los medios de comunicación en relación a la violencia de género?
En la sociedad informativa del conocimiento en la que vivimos, el papel de los medios de comunicación ante problemáticas de esta índole es muy importante. Ahora bien, sí que estoy en contra de esas páginas negras de portada que hablan sobre la muerte y, sobre todo, que no aportan nada. El papel de los medio es transmitir valores, exponer la situación de preocupación, invitar a la ciudadanía a que participen de esta problemática y no, tan sólo, exponer de forma morbosa cómo ha muerto la víctima. Por eso de los medio lo que espero es que transmitan información pero también que ejerzan su papel de servir a la ciudadanía. La información del suceso sí, pero con un objetivo de cara a la prevención.
 
Isabel García

Entrevistas. Ana Soledad Ruiz

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