Ana Mª García, presidenta de Amupema
“ESTÁ DEMOSTRADO QUE A MÁS IGUALDAD, MÁS PRODUCTIVIDAD”
La presidenta de la Asociación de Mujeres Profesionales y Empresarias de Málaga (Amupema) repasa el por qué del nacimiento de una organización cuyos cimientos se remontan al año 1998 y recuerda con Mujeremprendedora cuáles son los retos actuales del tejido empresarial femenino
La historia de Amupema se remonta a 1998, ¿por qué y con que objetivos nace la asociación que hoy preside? Las cifras hablan por sí solas. Ya somos el 33% de los trabajadores por cuenta propia; en los últimos 25 años la tasa de ocupación femenina se ha duplicado, pasando del 22,7% al 44,1% y la cifra de mujeres empresarias ha crecido un 37% desde el año 2000. Además, un análisis realizado recientemente por el Consejo Superior de las Cámaras de Comercio españolas refleja que las autónomas suponen ya el 13% del empleo femenino. Sin embargo, el desarrollo experimentado en los últimos años por el tejido empresarial gracias a la presencia femenina no se ha traducido en un incremento del número de mujeres en los puestos directivos, como era de esperar. El porcentaje de mujeres que ocupan puestos directivos en las empresas (según un estudio de la Cámara de Comercio de Barcelona) es tan solo de un 11%; y en los consejos de Administración, tan sólo el 10% son mujeres. Aunque más de la mitad de los universitarios son mujeres (54% de las matrículas del curso 2006-07), sólo el 16% de éstas ostentan cargos en la dirección de las empresas. Además, las mujeres, como media, ganan un 26,3% menos de salario que los hombres, a pesar de realizar las mismas funciones y de tener responsabilidades similares. Igualdad no es cuestión sólo de justicia, sino también de rentabilidad. Está demostrado que a más igualdad, más productividad, más tasas de empleo… Todo ello es por lo que luchamos hoy por hoy desde la asociación. El día que las cifras digan otra cosa, Amupema desaparecerá porque ya habremos logrado nuestros objetivos.
¿Cómo definirías el perfil de la mujer empresaria malagueña y cuáles son los principales retos a los que se enfrenta?
El Área de igualdad de la mujer del Ayuntamiento de Málaga ha patrocinado el Observatorio de la Empresaria Malagueña, y Amupema, junto con la UMA, hemos desarrollado un estudio pionero para, precisamente, dilucidar precisamente lo que desde los medios de comunicación tanto nos preguntáis, que es el perfil de la empresaria. En el avance presentado a finales del año pasado, te puedo decir que desde 1988, el número de mujeres autoempleadas en la provincia se ha multiplicado por 1,9 (los hombres sólo por 1,4). Este aumento es inferior al crecimiento del empleo asalariado femenino, que se ha multiplicado por 2,8 en el periodo. Por otro lado, las mujeres autónomas representan poco más de una tercera parte del colectivo. Y en cuanto a los sectores, según los índices de distribución, cinco ramas de actividad (“Comercio al por menor de alimentos, bebidas y tabacos”, “Comercio al por menor de otros artículos de primera mano”, “Sanidad”, “Enseñanza” y “Servicios personales”) presentan una mayor presencia de mujeres tanto desde la perspectiva del autoempleo como del empleo total en los cuatro ámbitos geográficos considerados. En lo referente a los retos actuales a los que se enfrenta, si te respondo en estos últimos dos o tres años, sin duda es la financiación. Los empresarios nos hemos visto en situaciones complicadas, y algunas no lo han podido resistir, ya que los bancos han cerrado el grifo, sin importar las garantías que se les presentaban para obtener tesorería y liquidez. A ello hay que sumarle el hecho de que sea una mujer (y no un hombre) el que pegue a la puerta de una entidad financiera, porque en el siglo en el que estamos todavía sentimos la diferencia de trato. Por último, no hay que olvidar las dificultades de poner en marcha un negocio y dirigir una empresa con las cargas familiares y no sólo por los hijos, sino de nuestros progenitores, que todavía (y es mi caso) siguen siendo de las mujeres.
¿Cómo diría que es el nivel de concienciación masculina contra la desigualdad que sufren las mujeres?
Aquí yo creo que habría que diferenciar según la generación de la que hablemos: yo creo que soy una excepción y el apoyo y comprensión que siempre he tenido de mi pareja han sido una ralla en el agua. Las mujeres de mi generación han tenido que salir para adelante sin poder contar con ayuda alguna. Hoy día, el tema de la corresponsabilidad en la pareja, y el compartir las laboras del hogar y las familiares, es cada vez más común y cotidiano, aunque por supuesto que todavía queda un largo camino por recorrer.
¿Por qué, a pesar de los avances conseguidos y de la aplicación de las diferentes políticas de igualdad, el desempleo femenino sigue superando al masculino?
Romper la inercia de tantas y tantas décadas, en las que el varón era el que estaba autorizado a la vida pública y la mujer quedaba relegada a la vida familiar y del hogar, no es cosa que se pueda cambiar de la noche a la mañana. Todo lo educacional, lo estructural en una sociedad, lleva su tiempo para ser cambiado. Sin embargo, soy optimista y estoy convencida que esta lucha vale para algo, y que la perseverancia tiene su fruto.
¿Cómo definirías la relación entre las diferentes asociaciones empresariales femeninas y las confederaciones de empresarios?
En este aspecto he de decir que somos una asociación empresarial más. No por ser empresarias mujeres se nos trata de forma diferente. Tenemos la suerte de estar confederadas en la CEM, y participamos en comisiones de la Cámara de Comercio. Aportamos nuestro granito de arena como cualquier miembro más, que es de lo que se trata: que un día la igualdad de oportunidades no diferencie una empresa de hombre a la de una mujer.