300 mujeres son diagnosticadas al año de cáncer de ovario en la comunidad valenciana

Más de 5 millones de mujeres son diagnosticadas al año de un cáncer ginecológico (ovario, útero, cérvix, vulva y vagina) en el mundo, más de 12.300 de ellas en España. El cáncer de ovario ocupa el segundo lugar en incidencia dentro de los tumores ginecológicos, con un 33%, pero casi el 80% de ellos se diagnostica en etapas avanzadas de la enfermedad, lo que le convierte en un cáncer agresivo y con menor posibilidad de curación, con una mortalidad superior al 60%. 

Uno de los factores pronósticos más importantes del cáncer de ovario es el estadio. Cuanto más precoz es el estadio mayores son las posibilidades de curación.  “Es fundamental que las mujeres identifiquen cuáles son los síntomas de alarma que pueden hacer sospechar de la existencia de un cáncer de ovario. De esta manera, podrán acudir al oncólogo/especialista a tiempo de intervenir el tumor y que éste no progrese”, asegura Paz Ferrero, presidenta de ASACO. 

La cuestión reside en que el cáncer de ovario produce síntomas muy poco específicos al inicio. “Los principales síntomas relacionados con la enfermedad pueden asociarse en multitud de ocasiones con molestias digestivas, molestias a consecuencia del periodo, etcétera, de modo que tendemos a no hacer caso de estos hasta que ya son muy evidentes”, explica Ferrero.  Entre estos síntomas podemos enumerar un aumento del perímetro abdominal, sensación de peso en el abdomen, sensación de plenitud tras comer escasas cantidades de comida, necesidad de orinar con más frecuencia de lo habitual o dolor en la región pélvica.

Dar apoyo a las personas afectadas por un cáncer de ovario y a sus allegados, así como hacer más accesible la información existente sobre esta patología e incrementar la conciencia social sobre sus síntomas, son algunos de los objetivos con los que nace la Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (ASACO).En opinión de Paloma Luis Ortiz,  delegada de la Asociación en Valencia y afectada por un cáncer de ovario, “la información que una mujer recién diagnosticada recibe sobre esta patología es fundamental a la hora de saber enfrentar la enfermedad. Sentir y saber que no estás sola, que hay más mujeres que pasaron por la misma situación y lo superaron ayuda a sentirte más fuerte, más capaz”, asegura. “Cuando te diagnostican un cáncer, sea cual sea el tipo, la primera reacción es de miedo. Sin embargo, es fundamental la labor de las asociaciones de pacientes a la hora de orientar y apoyar a los afectados; no debemos olvidar que nuestros familiares y amigos también sufren el diagnóstico, el tratamiento y también están faltos de información, de orientación”, explica Luis Ortiz. 

Cáncer de ovario, presente y futuro

Este tipo de tumor tiene una incidencia en la Comunidad Valenciana de más de 300 casos al año”, explica el doctor Andrés Poveda, oncólogo médico y director/coordinador del Área Clínica de Oncología Ginecológica de la Fundación IVO (Instituto Valenciano de Oncología). La mayoría de las pacientes se diagnostican en los estadios III y IV por la ausencia de técnicas eficaces de diagnóstico precoz. Algo contraproducente ya  que “el diagnóstico en etapas precoces, es decir en estadio I, permite una tasa de curación superior al 80%. Cifra que desciende de forma considerable hasta situarse por debajo del 50%  para los estadios avanzados III y IV”.

La incorporación de los antiangiogénicos ha conseguido por primera vez en muchos años una mejora en la supervivencia libre de recaída y en algunos subgrupos en la supervivencia global”, explica el doctor Poveda. “Los conocimientos obtenidos gracias a la biología molecular sobre las diferencias entre tumores de ovario, nos permite ir diseñando tratamientos a la carta basados en una terapia individualizada”.

A este respecto, Paz Ferrero explica que “como entidad que representa a los afectados por cáncer de ovario en España, ASACO también quiere poner en valor la innovación en cuanto a lo que supone para los pacientes oncológicos y manifestar el derecho de todos ellos a acceder a la misma de forma equitativa en todo el país”.

Y es que, a pesar de que se estima que “casi un tercio de las mujeres que padecen cáncer ginecológico en España fallece a consecuencia del mismo y estas cifras permanecen casi invariables en los últimos años, más allá de los incansables esfuerzos que se están realizando en investigación e innovación para encontrar nuevas estrategias de tratamiento de la enfermedad, la concienciación social y de la mujer sobre este tipo de tumores está muy por detrás de lo deseable”, explica el doctor Lucas Minig, ginecólogo oncólogo, jefe de Servicio de Ginecología del IVO de Valencia. “Si bien se ha avanzado mucho en el tratamiento de cáncer de mama y otras enfermedades oncológicas, demasiadas mujeres de todo el mundo aún siguen muriendo de cáncer de cuello uterino, de ovario y otros cánceres de los órganos reproductivos”. 

Cuando el cáncer de ovario se detecta en una etapa avanzada y puede eliminarse completamente mediante cirugía, el 60% de las mujeres sobrevive más de cinco años. En este sentido, asegura el doctor Minig, “la mejora en la cirugía, llevada a cabo por ginecólogos oncólogos, ha experimentado  en los últimos años un avance significativo en la resección de los tumores, sin embargo, solo una pequeña minoría de las pacientes tiene acceso a profesionales adecuadamente entrenados para tal tipo de cirugía.” 

Es necesario, para realizar un correcto tratamiento de este tipo de cáncer, contar con el trabajo de un equipo multidisciplinar. Es imprescindible contar con un cirujano ginecólogo experto  en tumores de ovario, puesto que existen datos que indican que la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario avanzado depende de la especialización y experiencia del cirujano. Además, en dicho equipo multidisciplinar deben participar especialistas de Oncología Médica, Radiología y Anatomía Patológica, Biología Molecular, Psicología y  Fisioterapia.

 

Asimismo, la presidenta de ASACO subraya la importancia de que los profesionales médicos cuenten con todos los recursos disponibles a su alcance para desarrollar su trabajo, así como la necesidad de que éstos aborden la comunicación con la paciente desde un punto de vista clínico y humano. “El especialista ha de abordar con la paciente todos los aspectos que se ven afectados por este tumor, es decir, aquellos relacionados con la fertilidad, la sexualidad,  el consejo genético o la menopausia, así como aquellos relacionados con el aspecto psicológico”, asegura.

En este sentido, asegura el Dr. Minig, “lo ideal sería que la paciente fuera tratada por un equipo  multidisciplinar que estuviera formado por ginecólogos oncólogos, oncólogos médicos especializados en cáncer ginecológico, oncólogos radioterapeutas, anatomo-patólogos especializados en tumores ginecológicos, radiólogos, médicos especialistas en Medicina Nuclear y médicos dedicados a los cuidados paliativos, entre otros”.  Y añade, “cabe destacar que cuando la actividad de dichos profesionales se realiza en centros oncológicos con un alto volumen de casos por año, los resultados clínicos de calidad y cantidad de vida de las pacientes también aumentan significativamente”. 

“Por citar un ejemplo, la expectativa de vida de pacientes afectadas por cáncer de ovario puede extenderse hasta en un 20% cuando la cirugía es adecuadamente realizada por un equipo liderado por un ginecólogo oncólogo”, subraya el Dr. Minig.

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