«Lo único que sabía era que quería dedicarme al servicio público»

MARÍA TERESA BAREA. CONSEJO GENERAL DEL NOTARIADO Y DECANA DEL COLEGIO NOTARIAL DE ANDALUCÍA

Con 38 años, es la mujer más joven en la historia del notariado español en asumir el decanato en toda España

A pesar de que es la decana más joven de la historia del notariado español, María Teresa Barea cuenta con 11 años de experiencia como notaria y ocho formando parte de la Junta Directiva del Colegio Notarial de Andalucía.

Su juventud y el hecho de ser pionera no hace que sienta tener unas expectativas más altas en comparación con el resto de sus compañeros: “En caso de haberlas, me servirán como acicate para intentar hacerlo todavía mejor”.

Teresa no rehúye ningún reto. Su fuerte sentido del deber hace que, si sus compañeros piensan que es la persona adecuada para el puesto, lo haga y cumpla con la vocación de servicio público que la llevó a ser notaria. «No tengo ninguna aspiración concreta más allá de cumplir con mi deber. Puedo decir, con el corazón en la mano, que no tengo ningún ánimo de protagonismo ni de estar por estar en los sitios. A mí me llama el servicio, que los compañeros en un momento dado piensen que puedo ayudar. Si puedo, voy a estar, no soy de rehuir responsabilidades».

Además, Teresa es un ejemplo de conciliación laboral y personal. “Tengo dos mellizos de 22 meses, Teresa y Juan, y son muy buenos, pero lógicamente dan el trabajo de dos niños pequeños. Tengo la inmensa fortuna de que mi marido y yo tenemos perfecta comunicación, sintonía y coordinación, cada uno asumiendo sus tareas. Es lo que me permite poder dedicar ese tiempo adicional que me ‘roba’ el cargo”, confiesa.

Primera mujer decana en Andalucía y récord de precocidad

Teresa estudió Derecho en la Universidad de Granada, su ciudad natal, e hizo pleno en uno: sacó 49 matrículas de 49 asignaturas. Nada más terminar la carrera comenzó su preparación a la oposición de notarios, una de las más duras de España, y la aprobó en menos de tres años, un tiempo récord, puesto que de media se tarda entre cinco y 10. “En realidad, el Derecho no era mi vocación, lo único que sabía era que quería dedicarme al servicio público, un papel que en el caso de las notarías ha sido calificado como esencial durante la pandemia”, indica.

Aun así, -bromea- es “la oveja negra de la familia”, por ser la única que no se ha dedicado a las ciencias -sus padres son docentes y su hermana mayor, química-. Está claro que la vocación por el servicio público es algo que lleva en los genes. Además, Teresa subraya que desde pequeña le inculcaron la importancia “de la responsabilidad, el esfuerzo personal y el sentido del deber”, unos valores que la han llevado hasta donde está.

Sobre la oposición, Teresa ha explicado que tomar la decisión de preparar una oposición “es una aventura porque sabes cuándo empiezas, pero no cuándo terminas. Tu plan de vida durante la preparación no es uno cualquiera que puedas combinar con vida social o trabajar. Una oposición de notaría es encerrarte como un monje en tu casa, a solas, con una media de estudio de 10-11 horas diarias, y descansos muy controlados”.

Aun así, Teresa revela que para ella fueron años gratificantes. “Yo lo viví como algo estimulante, como un periodo feliz, estudiaba con alegría. Estaba muy enfocada en el objetivo que me había marcado: ser notaria. Era tal la ilusión que eso me despertaba, que creo que me insuflaba ánimos y energía para estudiar”. De hecho, considera la oposición como “una experiencia personal muy importante que te lleva a tus límites físicos, intelectuales, anímicos. Llegar hasta ellos hace que conozcas mucho sobre ti mismo” y aconseja a los opositores que jamás piensen que están perdiendo el tiempo.

Cada vez más mujeres

Teresa ha indicado que, poco a poco, el sector notarial registra una mayor presencia femenina. De hecho, en la última oposición, el 60% de las aprobadas fueron mujeres. “Creo que el sector notarial español va a evolucionar hacia la igualdad de forma natural de la mano de la sociedad. Desde hace años las mujeres son mayoría en muchas facultades de Derecho, y eso se empieza a notar en el acceso a la notaría. En el caso Andalucía, ahora mismo un tercio de los notarios son mujeres. Pero en las últimas promociones, la proporción es equilibrada”.

Aunque en España, de los 17 Colegios Notariales solo hay cuatro decanas. María Teresa es optimista y piensa que, con el paso del tiempo, también se conseguirá. “Siempre tarda un poco más porque a estos cargos se suelen asumir con algo más de experiencia. En el caso Andalucía, hasta que he llegado yo no se había dado el caso de que hubiese una mujer, pero ya lo hemos conseguido, y así poquito a poco”.

Teresa insiste en que en España hay mujeres notarias desde los años 60. “Aunque eran menos, las mujeres que han trabajado desde esas fechas siempre han tenido el mismo tratamiento, la misma dignidad, competencias y retribución que los hombres. En este sentido, yo personalmente nunca he percibido que se me recibiera peor, ni por ser mujer ni por ser joven”, señala.

Notarios durante la pandemia

Teresa ha hablado del papel de los notarios durante la pandemia. “Los notarios hemos estado en primera línea prestando asistencia durante los momentos más duros del confinamiento cuando hubo muchas necesidades que atender y el teléfono se caía por la cantidad de consultas. Cuando estaba todo cerrado, aquí estábamos los notarios, auxiliando a la gente. La ciudadanía se ha dado cuenta más que nunca de nuestro carácter de servicio público”.

Además, ha indicado que durante los momentos de incertidumbre y miedo cambiaron las peticiones de la población, pero no disminuyó el trabajo. “Llegó el cierre y de pronto aparecieron los préstamos ICO. Ahí estaba el notario para cualquier pequeño empresario o autónomo que se veía cerrando la persiana y que pedía un crédito al banco. Cuantísimas personas mayores encerradas en sus casas nos solicitaban otorgar poderes para autorizar a sus hijos y que pudieran hacer sus gestiones. Gente asustada que llamaba preocupada para decir: Tengo esta enfermedad de base, no tengo testamento y me da miedo si me pasa algo…”.

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