Una gala llena de sorpresas y controversia
El teatro Dolby de Los Ángeles se convertía como cada año, este 28 de febrero, en el foco de todas las miradas. La 88ª edición de los Oscars venía marcada por un sinfín de interrogantes: ¿se llevaría por fin Leonardo Di Caprio la ansiada estatuilla?, ¿Alejandro González Iñárritu obtendría su segundo Oscar?, ¿en qué film recaería la candidatura estrella de mejor película?, ¿Del revés se impondría como mejor cinta de animación? Todas estas preguntas y muchas otras revoloteaban en la mente de los espectadores de una gala que venía marcada, desde hace semanas, por la controversia en torno a la exclusión de actores afroamericanos entre las principales nominaciones.
El renacido con 12 nominaciones, Spotlight con seis y La gran apuesta con cinco encabezaban las predicciones en los momentos previos al inicio de esta cita presentada por Chris Rock. La unanimidad de los Globos de Oro, los Bafta y el Sindicato de Directores determinaban que El Renacido se situara como la favorita de todas las quinielas. Pero, contra todo pronóstico, Spotlight obtuvo el premio a la mejor película. Galardonada también con el Oscar a mejor guion original, el filme de Thomas McCarthy reconstruye la investigación llevada a cabo por un equipo de reporteros de The Boston Globe que destapó un escándalo por pederastia protagonizado por decenas curas de la archidiócesis de Boston. Una labor periodística que fue posteriormente respaldada por el premio Pulitzer. Incomprensiblemente, Spotlight ha contado por el momento con una tímida presencia en los cines españoles. ¿Serán estas dos estatuillas suficiente respaldo para que por fin pueda contar con el protagonismo que merece en cartelera?
La categoría de mejor actor, tal y como preveían todas las hipótesis, recayó en Leonardo DiCaprio frente a la exquisita interpretación de Eddie Redmayne en La Chica Danesa. Sin lugar a dudas, una larga trayectoria de nominaciones ha respaldado que el Oscar sea para el protagonista de esta historia de superación que también ha sido reconocida con la estatuilla a la mejor fotografía y a mejor director para Alejandro González Iñárritu. Unido al que ya obtuvo en el año pasado por Birdman, esta cinta ha consolidado al realizador mexicano como el primer latinoamericano en obtener dos estatuillas consecutivas como mejor director.
Tampoco sorprendió el Oscar a mejor actriz que recayó en Brie Larson por La Habitacion frente a la sofisticada Cate Blanchet de Carol o a una extraordinaria Saoirse Ronan en Brooklyn. Una decisión, sin lugar a dudas, complicada. Por su parte, la estatuilla a mejor actriz de reparto recayó en la sueca Alicia Vikander por su brillante interpretación de Gerda Wegener en La chica danesa. Un papel que, sin atisbo de duda, podríamos definir como protagonista.
El extraordinario papel de Rudolf Ivanovich Abel en El puente de los espías, de Steven Spielberg, determinó la victoria de Mark Rylance frente a otros favoritos como Sylvester Stallone que, por séptima vez, interpretaba el papel de Rocky Balboa.
Mad Max: Furia en la carretera arrasó cuantitativamente en el plano técnico con un total de seis Oscar: mejor diseño de producción, mejor vestuario, mejor montaje, mejor maquillaje y peluquería, mejor edición de sonido y mejor mezcla de sonido. Y, cómo no, Ennio Morricone obtuvo el Oscar a la mejor banda sonora por la exquisita y aguda cinta de Quentin Tarantino, Los odiosos ocho. Una película en la que, por primera vez, utiliza música original con un resultado excelente. Finalmente, y para gusto de todos, Del revés fue reconocida como la mejor cinta de animación.
Sorpresas y controversia en una edición muy repartida en la que determinadas películas como Carol no ha tenido el reconocimiento que se merecía a pesar de las grandes interpretaciones de sus protagonistas, Cate Blanchet y Roeney Mara, la precisa ambientación de sus escenarios, su cuidada fotografía y el acertado vestuario. ¡Qué duda cabe de que Carol es una de las grandes películas del año!
María Cano Rico
Periodista
