Ana Caro Mallén de Soto, escritora del Siglo de Oro

EPSON scanner imageEscritora –  En pleno Siglo de Oro, que una mujer se gane la vida escribiendo no deja de ser excepcional; sin embargo, esta sevillana, nacida en 1590 es escritora, amiga de otra insigne escritora, Maria de Zayas, y se dedica como profesión a escribir. Su trabajo se desarrolla a lo largo del siglo XVII y de su actividad literaria nos han quedado dos comedias: El conde Partinuplés, y Valor, agravio y mujer. También una Loa sacramental en la que juega con las distintas jergas que se podían escuchar en la ciudad. Parece ser que asumió ser la encargada de escribir los autos sacramentales para las fiestas del Corpus de Sevilla entre 1641 y 1645, pero sólo se han conservado los títulos: La cuesta de la Castilleja, La puerta de la Macarena y Coloquio entre dos.
Si nos fijamos en lo que se ha conservado de su teatro, vemos que construye con habilidad enredos y crea personajes femeninos de gran fuerza. El conde Partinuplés es una comedia caballeresca sobre las leyendas artúricas y carolingias, entreverada de historias mitológicas; destaca el papel de la maquinaria escénica para una comedia llena de encantamientos, lances y torneos, guerras etcétera. Valor, agravio y mujer es una comedia de enredo de ambiente palatino que desarrolla, invirtiéndolo, el mito de Don Juan, con alusiones a El burlador de Sevilla. Está construida sobre el tópico de la mujer vestida de hombre y maneja los convencionalismos con habilidad.
El hecho de recibir estos encargos, y seguramente, algunos otros de los que no hay constancia documental, muestran claramente que esta escritora fue apreciada y aceptada en su época. En la obra Varones insignes en letras naturales de la ilustrísima ciudad de Sevilla, Rodrigo Caro dice de ella que es «una insigne poeta, que ha hecho comedias representadas en Sevilla, Madrid y otras partes con grandioso aplauso, y ha hecho otras muchas y varias obras de poesía, entrando en muchas justas literarias, en las cuales, casi siempre, se le ha dado el primer premio». Es, desde luego, como afirmaba Lola Luna «una autora que, ubicada en un espacio mixto entre lo privado y lo público, se introduce en los circuitos de impresión y representación de la cultura barroca y, dedicando sus obras a nobles o personajes influyentes del poder político o escribiendo para cabildos o compañías, consigue ser remunerada por su oficio de poeta». Los autos y representaciones que con motivo de la Fiesta del Corpus en Sevilla le proporcionaron una buena cantidad de maravedíes, lo que la convierte en una escritora de oficio, que se mantiene con un trabajo, el de escribir, no habitual en la sociedad andaluza de la época. Ana Caro, una mujer andaluza y una escritora, a la que conviene mantener viva en la memoria.

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